El Ayuntamiento de Escorca redacta un informe para contestar al Ibanat (Institut Balear de la Natura) acerca de su declaración como gestor de residuos ante la conselleria de Medio Ambiente. El municipio de la Serra no ha querido precisar el contenido de su réplica aunque sí ha trascendido que piensa refutar la nueva función que se atribuye el Ibanat. En el fondo de la cuestión están la pérdida 62.000 euros anuales de ingresos y el abandono de las basuras.

El Ayuntamiento reconoce que la ley faculta a Ibanat a considerarse gestor de residuos, pero, por otra parte, considera que mantiene la autoridad competente para regular cómo se concreta este servicio. El alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, adelanta que "el Ayuntamiento es quien debe indicar cómo se debe realizar la gestión, porque es quien ostenta la competencia".

La tasa

El Ibanat pretende, con esta operación, dejar de pagar 61.800 euros al Ayuntamiento en concepto basuras, limpieza viaria y residuos urbanos y, aduce, que podría destinar dicha cantidad a necesidades de conservación del medio ambiente.

El Ibanat pasaría a gestionar las, aproximadamente, 40 toneladas anuales de residuos que se generan en las áreas recreativas que gestiona en Escorca,

Este nuevo desencuentro es consecuencia de la decisión de Ibanat de retirar los contenedores de recogida de residuos de las áreas recreativas de la Serra de Tramuntana el último trimestre de 2016. El responsable municipal denuncia que a consecuencia de esa decisión, los alrededores del Santuario de Lluc se llenan de bolsas de basura de los excursionistas.

Solivellas explica que "el Ibanat puede declararse gestor de residuos, pero debe desarrollar los trabajos en el modo que nosotros les indiquemos. Lo que hace no es gestionar residuos, sino derivarlos hacia los contenedores municipales situados en lugares públicos, porque ha retirado los contenedores de las áreas recreativas".

Avisos a los usuarios

Solivellas manifiesta que "exhortarían a los usuarios de las áreas recreativas para que se llevaran sus residuos a casa. Ya advertí al gerente en ese momento de que eso era una utopía, pues lo que iba a hacer la gente es lo que hace, dejarlos en el contenedor o papelera más próximos". Solivellas agrega que "esto supone que hemos tenido que retirar algunas papeleras de la zona de acceso al santuario para evitar la imagen degradada que ofrecían, pero, además, los usuarios nos lanzan bolsas de basura por encima del cerramiento de los contenedores particulares de los restaurantes, provocando la indignación y protestas de los propietarios de dichos establecimientos".