El Ayuntamiento de Inca ha ejecutado obras por valor de 90.000 euros para reabrir el Camp Nou, cerrado desde hace dos años a causa de múltiples deficiencias. Aún queda mucho trabajo para adecuar completamente el estadio, que fue construido en 1964 por un grupo de aficionados inquenses que pretendían dar al Constancia un lugar digno donde disputar sus partidos. Los trabajos actuales se han centrado en el terreno de juego, logrando "dejarlo a nivel de primera división", destacó ayer el concejal de deportes de Inca, Gori Ferrà.

Cabe precisar que, aunque el estadio pertenece a un numeroso grupo de accionistas, la parte mayoritaria es del Ayuntamiento. Precisamente en la actualidad se está negociando la venta de las acciones privadas a la Administración local. Ferrà explica que "el Ayuntamiento confía en que los propietarios privados pidan un precio razonable y que nos permitan pagarlo en varias anualidades".

Encuentro oficial

El estadio se reabrirá sus puertas el próximo sábado con un encuentro oficial entre el Constància y el Ciudad de Ibiza.

Las obras han consistido en la eliminación de la capa de tierra del terreno de juego, que se encontraba contaminada con muchas semillas de hierba. Ha sido sustituida por un substrato arenoso procedente de Can Picafort en el que se ha resembrado césped natural. En Mallorca sólo hay tres estadios con este tipo de terreno de juego. También se ha procedido a reconstruir el sistema de riego bajo la capa terrosa y ha sido dotado de dos bombas impulsoras nuevas, en lugar de una como antiguamente.

La cancha ha sido nivelada usando un sistema de medición GPS y en estos momentos "el terreno es tan perfecto que hemos obtenido, del presidente de la Federación Balear de Fútbol, la promesa de que en breve se disputará un partido de la selección sub-21 o la juvenil en Inca".

Ayer se ultimaban los trabajos con la colocación de las porterías. Se está usando además pintura ecológica en lugar de cal para delimitar la zona de juego.