El ayuntamiento de Campos, dirigido por el PP, con el alcalde Sebastià Sagreras al frente, aprobó en el pleno de ayer la admisión a trámite de la solicitud del Bisbat de Mallorca para la concesión administrativa para el uso privativo por un plazo de 75 años del Pati d´es Recreo, también conocido popularmente como Pati de la Oje. Més y PSOE se abstuvieron, mientras que El Pi se mostró contundente y votó en contra.

Cabe recordar, que en dicho patio el colegio concertado Fra Joan Ballester quiere disponer de nuevas aulas e instalaciones. Se da el caso que unas catas arqueológicas están sacando a la luz múltiples restos de interés, como tramos de muros con cerámicas romanas asociadas (se comenta la posibilidad de que daten del siglo II), una escudella y un pozo. El departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca contempla ahora una campaña de excavación más profunda y la opinión de los técnicos será clave para conocer si el proyecto del colegio llegará a ejecutarse o no, o si deberá modificarse el plan para integrar los restos hallados en el complejo docente.

Sagreras expuso una decena de argumentos a favor del uso privativo durante 75 años. En su discurso agradeció sinceramente al Bisbat "que quiera invertir en Campos de forma decidida", calificó la iniciativa "de interés general" para el pueblo, "pese a que el patio está registrado a nombre del Ayuntamiento a la práctica siempre ha sido utilizado por el colegio", la entidad solicitante "no busca beneficio económico y es de reconocido prestigio, siempre ha dado la mano a los mayores y personas más necesitadas", "no tenemos necesidad, ninguna previsión, de otro uso aquí", "se asegura la viabilidad futura del colegio y de muchos puestos de trabajo", "quien hace la inversión es el Bisbat" y "hay un clamor social de la inmensa mayoría de campaners para que se mejoren las instalaciones educativas del pueblo".

Infrautilización

A su vez, Sagreras dijo que el patio apenas se viene utilizando para la tradicional proyección de cine de Mayans y mítines politicos, entre otros pocos eventos. En caso de que el Consell valore los restos y se impida la construcción de aulas, el consistorio podría devolver el dinero que el colegio está invirtiendo por estas catas iniciales. Sostuvo que, de momento, "es relativa la importancia de los restos hallados" y "ojalá" que finalmente sean compatibles los restos arqueológicos con las "necesarias" nuevas aulas.

Més discutió las formas seguidas en todo este proceso, cuestionando que una entidad privada esté asumiendo en estos momentos unos gastos que no le corresponderían. También consideró que los restos pueden tener gran importancia de cara a la promoción cultural y turística (museo arqueológico, rehabilitación de los monumentos del centro, etc.). El colegio, por su parte, podría aprovechar quizás el edificio de Correos, la parte superior del gimnasio, parte trasera de la rectoría u otro sitio. El PSOE también cuestionó el proceso seguido.

Catalina Servera, de El Pi, dejó claro que no está en contra del colegio concertado ni de la construcción de aulas, que realmente hacen mucha falta en Campos. Advirtió que el patio es "un espacio público de todos los campaners" y calificó de "verdadero despropósito" lo que se pretende hacer. Por último puso en duda qué compensación, qué beneficio, tendrá el pueblo de Campos.