El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, visitó ayer las labores de acondicionamiento del puerto de Cala Rajada, después que el fuerte oleaje abriera un boquete en el dique este pasado fin de semana. Allí anunció que el Consell de Govern de este viernes tratará la declaración de emergencia de la zona, lo que permitirá redactar inmediatamente el proyecto para iniciar en un plazo no superior al mes, las obras de recuperación de la parte estructural dañada y que permita garantizar la seguridad ante otro temporal que pueda surgir. Esta actuación se prevé que supere los 300.000 euros.

Asimismo, según comunicó el conseller Pons, paralelamente se sigue trabajado en el proyecto que dará una respuesta integral al puerto de Cala Rajada que también se tramitará por la vía de urgencia, ante los hechos acaecidos y que permitirá tener más agilidad en el proceso. Se trata del proyecto que hace unos meses anunciaba el Govern en Cala Rajada, con la visita de la presidenta, Francina Armengol, y en el que está prevista una inversión de más de 7 millones de euros.

El conseller confirmó ayer que el último temporal, además de los daños graves en el puerto gabellí, ha producido otros inferiores en los que ahora trabajan los técnicos para realizar una estimación económica de a cuánto ascienden el total de los desperfectos.

En la visita de Pons también estuvo presente el alcalde de Capdepera, Rafel Fernández, entre otras autoridades.

El conseller sostuvo que "esta situación, lamentablemente, se habría podido evitar de haberse realizado el mantenimiento de estas infraestructuras en los años anteriores". En esta línea, "Ports de les Illes Balears lleva a cabo un plan de adecuación de más de 25 millones de euros, gran parte de los cuales se destinan a solucionar problemas estructurales que se habrían podido ahorrar de haberse hecho el mantenimiento adecuado".

Cabe recordar que el boquete en el dique de Cala Rajada fue producido el pasado sábado: "Con motivo del fuerte temporal se produjeron importantes desperfectos en esta infraestructura a consecuencia del impacto de una roca de la escollera que, debido al impulso del viento, impactó contra el espaldón del dique y provocó una abertura de unos 3x2 metros". Se aplicó un protocolo de seguridad con el cierre de la zona, incluido el paseo de Cala Gat. Actualmente, la zona continúa cerrada por máxima seguridad, según indicaron.

Además de la restauración del dique, el proyecto global de 7,6 millones contempla dar un uso eficiente a los espacios portuarios, así como la rehabilitación y reestructuración de las edificaciones.