La fase de expropiación de parcelas para la ejecución del polémico proyecto de las dos nuevas líneas de alta tensión en el municipio de Llucmajor, con un total de 110 torres eléctricas a instalar -una subestación ya ha sido construida en el camino de s'Àguila, en plena Marina- se dilata. Todo apunta a que las nuevas citaciones con los propietarios se llevarán a cabo en marzo. La plataforma Alta Tensió, contraria al proyecto, recuerda a los dueños de fincas afectadas que, en las reuniones que mantendrán, "pueden pedir torres de bajo impacto, también muy feas pero un poco menos horribles que las clásicas".

Cabe recordar que la controvertida iniciativa es impulsada por Red Eléctrica de España, en base a la planificación de los gobiernos estatal y autonómico y con la disposición de todos los beneplácitos políticos, técnicos y medioambientales. No obstante, el hecho de que se quiera 'sembrar' la Marina con torres de 40 metros de altura provoca indignación y miedo de cara al futuro.

Muchos dueños están pendientes de recibir las notificaciones oficiales referentes a la fase de expropiación (en primer lugar se aborda la línea Llucmajor-subestación denominada Cala Blava). La plataforma teme que en las reuniones no se les ofrezca la posibilidad de que se coloquen torres de bajo impacto "porque les salen más caras". Al tener que instalarse seis o siete seguidas, "es importante que los vecinos os pongáis de acuerdo para pedirlas porque si no las solicitan todos tendrán la excusa perfecta para poneros las clásicas".

Asimismo, la plataforma insiste en reivindicar su propuesta, avalada por el Colegio de Ingenieros Industriales de Balears de "aprovechar la infraestructura existente que fue construida hace años por Gesa-Endesa para hacer la misma función que harán las dos líneas proyectadas por REE". Esta línea "es infrautilizada, suministrando electricidad sólo a cinco abonados", critica.

Además de las 110 altas torres preocupan seriamente los proyectos de megaparques solares.