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Llucmajor

El Ayuntamiento negocia con los vecinos para evitar demoler parte del colegio de Puig de Ros

Una sentencia de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo desestima los recursos del Govern, el Consell y el consistorio y da la razón a los demandantes - De ejecutarse la resolución debería tirarse abajo toda la fachada de entrada y retrasarla cuatro metros

Fachada del CEIP Urbanitzacions de Puig de Ros, afectada ahora por la sentencia del Tribunal Supremo. Diario de Mallorca

El ayuntamiento de Llucmajor negocia contrapartidas con vecinos de Puig de Ros para que la conselleria de Educación no tenga que cumplir la orden judicial que obliga a demoler parte del CEIP Urbanitzacions, lo que provocaría, además de más de medio millón de euros en pérdidas, la reconstrucción de buena parte del colegio al quedar afectadas, además de diversas aulas, el comedor, la cocina o un almacén.

A finales de este pasado 2016, la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo desestimaba los recursos de casación interpuestos tanto por la Conselleria como por el Consell de Mallorca y el consistorio llucmajorer y ratificaba una primera sentencia de mayo de 2015 que daba la razón a siete vecinos de las calles aledañas a la nueva escuela, que acudieron a la Justicia denunciando errores urbanísticos en el proyecto ejecutado por el Ibisec, órgano del Govern encargado de ejecutar las obras escolares.

En concreto los demandantes aludían que no se había respetado el retranqueo de cuatro metros exigido en las normas urbanísticas locales, lo que les causaba distintos problemas de aparcamiento y ruidos. Una denuncia que prosperó y que ahora debería obligar al Govern a retrasar cuatro metros el colegio, demoliendo parte de la fachada, y trasladando las dependencias derribadas al solar municipal trasero, grafiado como de equipamiento deportivo.

El hasta ahora alcalde y concejal de Urbanismo, Jaume Tomàs (Més) explica que tras la construcción del centro en 2010, determinados vecinos interpusieron demandas al entender que se vulneraban sus derechos y que el proyecto no se había ejecutado correctamente. Ya antes se habían quejado de la reconversión a zona educativa de parte de los terrenos deportivos que en su día se cedieron a Educación para la construcción del CEIP Urbanitzacions.

"Hace meses, incluso antes de que saliera la última sentencia, que estamos teniendo reuniones entre Conselleria, Consell, Ayuntamiento y vecinos, para tratar de llegar a acuerdos que eviten el cumplimiento de la sentencia, porque ello supondría desvirtuar por completo la estructura del edificio, con el perjuicio que causaría a sus 450 alumnos", detalla Tomàs, que asegura que el Ayuntamiento "no accederá a nada que beneficio solo a unos cuantos particulares", aunque se muestra abierto a llegar a acuerdo para embellecer la zona y evitar molestias.

Las propuestas

Entre las propuestas vecinales y que el ayuntamiento de Llucmajor ve con buenos ojos, está la de cambiar de sitio la entrada al colegio para evitar la aglomeración de tráfico y el ruido de coches y niños en la calle afectada, habilitar nuevos aparcamientos colindantes, crear una barrera acústica mediante la siembra estratégica de árboles, o desbrozar toda la explanada junto a la escuela para transformarla en un circuito de running o de paseo. "Lo que no podemos hacer es cerrar directamente al tráfico la calle en que viven los afectados porque crearíamos un precedente", subraya Tomàs. El Ayuntamiento ha reservado una partida de 50.000 euros.

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