En el último pleno celebrado en Maria de la Salut, el grupo de El Pi, que ostenta la alcaldía con Biel Mas, presentó una moción de nivel autonómico en la que se exigía la retirada del anteproyecto de ley de estancias turísticas presentado por el Govern balear. La propuesta se aprobó con los votos a favor del Partido Popular, en la oposición. Los dos socios de gobierno de los regionalistas, PSOE y Més, votaron en contra.

La moción fue defendida por la concejala Margalida Bergas, que empezó diciendo que este anteproyecto incumple el mandato legal ya que pretende llevar a cabo una regulación de todas las viviendas donde se originen estancias turísticas, empeorando "de manera clara" el régimen jurídico aplicable a las viviendas unifamiliares y a los adosados. Según Bergas, "el anteproyecto regula todas las viviendas mezclando dos realidades diferentes, la de las plurifamiliares, que hasta ahora casi ni existían turísticamente, con las unifamiliares y adosados, que hace muchos años que existen". Ambos casos, según El Pi, tienen una realidad económica y turística diferente.

Desde El Pi se insta al Ayuntamiento a presentar un informe desfavorable, alegaciones o comunicar la opinión desfavorable de la Corporación sobre esta cuestión. Jaume Ferriol, portavoz del PP, expresó su apoyo a la moción. "La propuesta se queda corta, el anteproyecto tiene que retirarse y la ley tendría que consensuarse", apuntó el edil popular.

Por su parte, Bernadí Gual (PSOE), dijo que "el anteproyecto está bien formalizado y puede resolver los problemas que conlleva la oferta turística de viviendas". El portavoz de Més, Guillem Jordà, defendió la propuesta al creer que es la más acertada. "Entendemos que tiene que ponerse un techo a las plazas turísticas, ya que el año pasado fue un caos y se prevé que este 2017 será peor", señaló el portavoz nacionalista.