Sant Antoni és Pobler. Este ha sido el lema que el ayuntamiento de sa Pobla ha defendido durante estos días en sus redes sociales y que ayer volvió a quedar demostrado una vez más por la devoción que la localidad siente por el santo payés. A pesar de la huelga de trenes, fueron miles las personas que se acercaron ayer a sa Pobla a vivir otra Nit Bruixa. Sobre las 18 horas empezó a llover, pero los actos pudieron desarrollarse según lo previsto.

A mediodía, en la Plaça Major y la Placeta de la Iglesia centenares de ´poblers´ y vecinos de otros localidad esperaban ansiosos la salida de los Dimonis y Sant Antoni, acompañados de las cantadoras. Juntos fueron en cercavila por las plazas y las calles de la localidad, que olían a espinagada. Y es que las mujeres de sa Pobla las preparan con esmero para que unas horas después acudan los invitados a sus casas y a las hogueras para compartir la fiesta.

A las 18,45 horas empezó el Cerimonial de la Sanció Històrica, recordando a Alexandre Ballester. Empezaba la traca final de actos programados para después dar paso a las cenas en las hogueras y la fiesta, cada uno a su manera, entre ´gloses´ y djs.

A las 19,15, delante del Ayuntamiento, se llevó a cabo la recepción de autoridades y todos juntos salieron hacia las Completes Solemnes. Los Dimonis Paralímpics del Grif, d´Albopàs, de la Obreria y el Ayuntamiento, gegants, caparrots, caparrots minyons y la banda de música partieron hacia la iglesia de Sant Antoni Abat. El clamater de este año, Bartomeu Aloy, proclamó el ´Visca Sant Antoni!´ con gran emoción.

Al finalizar, la plaza se encontraba abarrotada de gente para ver el tradicional Ball de Dimonis de la Obreria, acompañados de las cantadoras y el baile de las colles de caparrots minyons. Poco después empezaba el XX espectáculo piromusical, diseñado por Tomàs Ramis. El fuego estaba ya en los corazones de los poblers para vivir una noche fría y disfrutar de la XXX Trobada de cantadors i ximbombers.

Después, pasada la medianoche fue el turno de la ximbombada y la glosada colectiva, dirigida por los maestros ximbombers y cantadores locales. Cenas, risas, hogueras. Sa Pobla afrontaba con máximo vigor la larga noche ´santantoniana´.