"Hace veinte años nadie quería ser Dimoni Gros, ni Baciner ni siquiera sant Antoni... ahora que el coche vuelve a ser nuevo y tiene un buen motor todo el mundo quiere subirse a él", recuerda Mateu Juan Aleix, concejal de Fiestas del ayuntamiento de Manacor y a su vez Baciner desde hace más de una década del Patronat de Sant Antoni, al ser preguntado por la polémica surgida desde hace dos años, sobre la idoneidad de "democratizar los elementos principales" de la fiesta santantoniera en Manacor, y hacer que los principales personajes puedan ser elegidos por los vecinos.

Si el año pasado fue el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Antoni Oliver, quien pidió al Patronat que el Dimoni Gros fuera elegido popularmente, el martes era el concejal de Més-Esquerra, Joan Llodrà, quien incidía en ello: "A mi todo me parece perfecto, excepto un asunto que uno día u otro deberá tratarse", refiriéndose en redes sociales precisamente a la falta de sufragio: "¿Seremos capaces en Manacor, sin perder la esencia, de hacer como en Pollença por la Patrona y que tanto dimonis como sant Antoni puedan ser elegidos de forma popular?".

Desde hace años, los personajes oficiales del Patronat son heredados y han sido miembros de las familias Aleix, Puig o Pastureta quienes los han interpretado, hasta ahora sin mucha discusión.

"No es una herencia"

"Mi padre empezó a ser Baciner porque nadie de la familia de Andreu Serra quiso recoger el testigo en 1983; es decir que tampoco es una herencia como tal, sino que es un reconocimiento a aquellos que en los momentos difíciles estuvieron allí para que Sant Antoni resurgiera en Manacor", apunta Juan. "Respeto todas las opiniones, pero no puedo compartirlas. Ahora es muy fácil ser del Madrid o del Barça, lo complicado es ser del Mallorca o del Manacor".

Aleix tampoco se muestra partidario, de momento, de abrir la posibilidad de que los dimonis puedan ser mujeres "por una cuestión de tradición. Aunque seguramente llegará el día".