La comunidad educativa, el Ayuntamiento y el colegio público Montaura de Mancor de la Vall han sumado esfuerzos para exigir al Govern un centro público nuevo en el municipio debido al mal estado que presenta el actual equipamiento educativo, con deficiencias estructurales y sobresaturación, entre otros problemas.

Los componentes de la Apima celebraron anoche una asamblea para debatir sobre las acciones reivindicativas a llevar a cabo y distribuir las camisetas que han elaborado para reclamar el colegio público y que tienen intención de exhibir hoy por la mañana con motivo de la visita del conseller de Educación y Universidad, Martí March. El máximo representante educativo del Govern llegará a Mancor acompañado de gran parte de su equipo con el objetivo de reunirse con la comunidad educativa y visitar después las instalaciones del colegio público Montaura, tal y como había solicitado el alcalde Guillem Villalonga en una carta dirigida a la Conselleria a mediados del pasado diciembre en la que lamentaba la falta de previsión del ejecutivo para construir un nuevo colegio en Mancor.

La no inclusión de la previsión de construir un nuevo centro público en la localidad en el plan de actuación en infraestructuras educativas 2016-2023 elaborado por el Govern ha disparado las alarmas en la localidad de la Serra, cuyo alcalde expresó su "sorpresa e indignación" por este hecho en la citada misiva dirigida a March.

Antigua demanda

El municipio reivindica un colegio nuevo desde hace una década debido a que el actual centro, el Montaura, ha quedado obsoleto y presenta numerosas deficiencias en materia de riesgos laborales y planes de emergencia.

El alcalde destaca que el colegio, que se construyó hace más de 30 años, estaba pensado para unos cincuenta alumnos, aunque en la actualidad están matriculados más de 130. "Esta situación insostenible dura desde hace ocho o nueve años, coincidiendo con el crecimiento demográfico que ha convertido a Mancor en el pueblo de Balears que más ha crecido en porcentaje en los últimos diez años.

Entre las principales deficiencias del Montaura figuran la inexistencia de una salida de emergencia y el incumplimiento de la normativa sobre barreras arquitectónicas. "De hecho", destaca el alcalde, "niños que iban en silla de ruedas debían subir al primer piso en manos de maestros o progenitores".

Además, el comedor se ha habilitado provisionalmente en un antiguo almacén municipal y los alumnos tienen que cruzar la calle para acceder a él. La sala que históricamente ha ejercido de comedor está ocupado hoy por dos aulas para aprovechar la falta de espacio del centro educativo, según explican fuentes de la asociación de madres y padres.

También denuncian la existencia de un aula prefabricada en el patio del centro que resta todavía más espacio a la reducida zona de ocio del colegio. El CEIP Montaura también padece numerosos problemas de goteras y otros déficits estructurales que se arrastran desde hace muchos años.

El Ayuntamiento compró varios solares hace dos años para construir el nuevo colegio y actualmente está negociando la compra de otras parcelas para habilitar los accesos al futuro equipamiento.