Dos de los tres representantes de El Pi en el ayuntamiento de Lloseta anunciaron ayer su dimisión de la formación regionalista por desavenencias con el comité local. Se trata de las concejalas Francisca Campins Fernández y Margalida Villalonga Reinoso, que pasarán al grupo mixto porque en principio no tienen intención de entregar las actas de regidoras. El único representante de El Pi que permanecerá en la corporación municipal será el exalcalde Tolo Moyà.

En un comunicado hecho público ayer, las dos concejalas dimisionarias afirman que a partir de ahora serán regidoras no adscritas y que ya han comunicado al presidente del partido regionalista su baja voluntaria como militantes de la formación.

Entre las principales razones de su decisión, Campins y Villalonga citan su "incompatibilidad" con el proyecto dirigido por los "principales responsables" del comité local del partido, con quienes no se sienten "identificadas" y por ello no pueden "compartir la continuidad del proyecto iniciado".

Añaden que la actual coyuntura política local "hace necesario" dar este paso "con un sentido de responsabilidad y de compromiso de trabajo" desde su posición de regidoras no adscritas y aseguran que a partir de ahora atenderán "única y exclusivamente el interés general de Lloseta".

Asimismo, agradecen la colaboración de los dirigentes de El Pi Vicenç Coll y Antoni Amengual por su "apoyo y consideración" en estas "circunstancias difíciles".