El vino producido en Balears goza de mejor salud que nunca. La vendimia de 2016 arrojó datos nunca vistos hasta la fecha y la producción, tanto en las bodegas de las denominaciones de origen de Binissalem y Pla y Llevant de Mallorca como en las de vino de la tierra, que también engloba a los vinos elaborados en Eivissa, Menorca y Formentera, alcanzó por primera vez los seis millones de litros, un 10,2 por ciento más que la cantidad producida en 2015.
Se trata de una cifra récord que confirma la buena añada del pasado ejercicio a pesar de que las condiciones climatológicas no acompañaron debido principalmente a la sequía, un obstáculo que ha tenido que compensarse con aportaciones extraordinarias de agua sobre las viñas.
Todos los datos comparativos entre las vendimas de los dos últimos años son favorables al último ejercicio. Así, en el año 2016 se vendimiaron 9.318 toneladas de uva, lo que supone un doce por ciento más que la cosecha registrada en el pasado año 2015. Del total de uvas recogidas, la inmensa mayoría, un setenta por ciento, corresponden a variedades negras, mientras que el treinta por ciento restante es de uva blanca. Otro dato significativo es que la producción mediana por hectárea fue de 5.897 kilos, un quince por ciento superior a la añada de la temporada anterior.
El vino tinto casi alcanza la mitad de la elaboración total, con un 44,5 por ciento. El resto se reparte entre el vino blanco, con un 30,6 por ciento de la producción, y el rosado, con casi un 25 por ciento del total.
La temporada ha sido buena tanto para los caldos de las dos denominaciones de origen existentes en Mallorca como los del vino de la tierra, que incrementaron la producción.
Denominación de origen
El vino destinado a denominación de origen supone el 49 por ciento del total de la producción. La D. O. Binissalem produjo en 2016 un total de 13.184 hectólitros (1,3 millones de litros), un 3,56 por ciento más que en 2015. Por su parte, la D. O. Pla i Llevant de Mallorca alcanzó los 16.432 hectólitros de vino (1,6 millones de litros), un 14,3 por ciento más que la temporada anterior.
En lo que respecta al vino de la tierra, se produjeron 30.397 hectólitros (algo más de tres millones de litros), un once por ciento más que en el año 2015. Destaca el incremento del Vi de la Terra Illes Balears, que ha pasado de los 79 hectólitros producidos en 2015 a los 148 del último año, con una subida del 87 por ciento. Asimismo, el Vi de la Terra Serra de Tramuntana aumentó la producción en un 37 por ciento. El Vi de la Terra Mallorca es el que más produce en total, con 26.585 hectólitros, un 10 por ciento más que en 2015.
En la última década, la producción de vinos isleños se ha incrementado en un 25 por ciento, aproximadamente, pasando de los 45.867 hectólitros de 2006 a los más de 60.000 de 2016.
Un dato relevante que indica la excepcionalidad de la última vendimia se ha producido en las bodegas de la D. O. Binissalem, donde el pasado año 2016 se redujo en un 4,17 por ciento la superficie de tierra declarada para cultivar, pasando de 362,37 a 347,27 el número de hectáreas disponibles para el cultivo de la viña. A pesar del menor terreno destinado a la recogida de las uvas, la producción de vino en los municipios inscritos en la denominación de origen del Raiguer (Binissalem, Consell, Sencelles, Santa Maria y Santa Eugènia) se ha incrementado en un 3,56 por ciento con respecto a 2015, pasando de 12.730 hectólitros (1,2 millones de litros) a 13.184 hectólitros (1,3 millones de litros) de vino.
