El sector de la cría del porcino está en horas muy bajas y la campaña de Navidad sólo está significando una pequeña tabla donde aferrarse en un mar lleno de naufragios. Muchos payeses, pequeños productores, han eliminado sus cerdas de cría y han decidido dejar de engordar porcelles por las pérdidas que les reporta.
Los dos representantes mayoritarios de los agricultores: Asaja y el sindicato Unió de Pagesos coinciden en que se han encadenado ya tres o cuatro años de pérdidasque hacen "muy difícil la subsistencia del sector", indica Gabriel Torrens, secretario general de Unió de Pagesos.
Joan Simonet, gerente de Asaja-Balears explica que "son ya varias campañas de precios muy bajos". Según este interlocutor, "el problema es claro: los costes de producción son elevados y nuestros agricultores no tienen una gran dimensión, ni una gran producción. Eso hace que los gastos fijos repercutan mucho sobre el producto final".
Los precios de la porcella han oscilado durante este año entre los 20 y los 30 euros por animal, situándose en una media de unos 25 euros por pieza.
Costes
Varios payeses aseguran a este diario que los costes de cría de una porcella en Mallorca se sitúan entre los 41 y los 47 euros por animal, dependiendo de la época del año y de la disponibilidad de comida de la finca. "Es preciso indicar que muchos payeses afrontan la producción de forma extensiva, con alimentación mayoritariamente natural, lo que supone una gran calidad pero que no se ve recompensada en el precio", explica Torrens.
La semana pasada hubo un repunte importante en el dinero que percibe el productor. Según Torrens, "se pagaba la porcella a 40 euros la unidad. Tenemos la esperanza de que la semana próxima aún pueda subir un poco más. No obstante, es de esperar que los grandes mayoristas inunden el mercado con lechonas de fuera, pues es algo que sucede cada año".
Este problema lo recalca también Asaja, y se centra en que Mallorca es un mercado finalista. "Cuando desde la península se envían cargamentos masivos de lechona lo que hacen es hundir el mercado local", dice Simonet. "Pero además el comprador que adquiere esos animales debe saber que está comprando lechonas descartadas o excedentes de mercados peninsulares. Los criadores de allí los mandan a precios de quiebra para quitárselos de encima y así no hundir sus mercados", explica Biel Torrens.
Sello
El problema añadido, hasta ahora, es que muchas veces esos animales se importan vivos y se sacrifican en mataderos de la isla. "Eso hace que esas lechonas salgan con el sello del matadero mallorquín y pueda inducir a error al comprador. Ahora parece que la Conselleria está por la labor de crear un sello diferenciador, lo cual sería una ayuda importante", dice Torrens. Efectivamente, desde día primero de diciembre el Govern balear ha habilitado un sello diferenciador para la porcella nacida y criada en Mallorca. Antoni Mestres, presidente de la Asociación de Productores de Porcino, explica que "se ha atendido una reclamación del sector y ahora nuestras porcelles salen al mercado con dos sellos; uno es el de matadero y el otro es el específicamente creado para diferenciar al animal que se ha criado aquí. Este sello tiene forma de mapa de Mallorca y lleva una silueta de una porcella que se coloca en cada flanco de la canal".
El presidente de los criadores sostiene que "este año tenemos la suerte de que en la península los precios han subido con lo que la competencia no será tan fuerte como otras temporadas".
