El ayuntamiento de Llucmajor ha decidido poner fin a la obligación de instalar contadores individuales de agua en todas las viviendas a partir del 31 de diciembre como estaba estipulado. En el pleno ordinario se aprobará una propuesta del equipo de gobierno (PSOE, Més y El Pi) para modificar el Reglamento Municipal del Servicio de Suministro de Agua Potable de Llucmajor.

La norma, que fue aprobada en marzo de 2012 y que afecta a más de 530 viviendas, establece que "cuando haya más de una vivienda o local, será obligatorio instalar un aparato de medición para cada uno de ellos y los necesarios para los servicios comunes".

En caso de incumplimiento, la disposición transitoria establecía que la instalación de contadores divisionarios en cualquier inmueble o comunidad de propietarios, se tenía que hacer y poner en funcionamiento dentro de los seis meses posteriores a la entrada en vigor del reglamento. De lo contrario, se aplicarían las tasas o tarifas a efectos de cálculo de bloques de consumo.

Aunque de hecho la obligatoriedad nunca ha estado en vigor, ya que se ha ido prorrogando sucesivamente, primero hasta día 7 de enero de 2014, una segunda prórroga hasta el 31 de diciembre de 2015, y una última modificación hasta 31 de diciembre de este año.

Aunque el Ayuntamiento reconozca que "son indudables las bondades que los contadores individuales tienen en el ahorro de agua, el control real sobre el consumo propio y las fugas, la mejora de la presión individual etc.", la realidad es que pasados más de cuatro años desde de la aprobación del reglamento, apenas un 3% de las comunidades (sobre todo radicadas en s'Arenal) han instalado los contadores individuales.

Coste elevado

Entre diferentes causas, los ciudadanos argumentan el elevado coste que suponen las obras de instalación de este tipo de contadores en aquellas fincas más antiguas, superando en ocasiones los 2.500 euros por vivienda.

"Yo mismo cambié el contador y me gasté 600 euros", explica el alcalde, Bernadí Vives, que reconoce que desde el Ayuntamiento "no hemos sabido convencer a los vecinos de la necesidad y los beneficios que suponen".