La plaza dels Pelegrins de Lluc acogió ayer la Fira de Nadal de este núcleo poblacional de Escorca. Siendo el municipio más pequeño de Mallorca celebra tres ferias y ésta, la de ayer es la última del año.

Los portxets y la zona más próxima a la entrada al santuario fueron tomados por los artesanos desde el sábado pasado. Instalaron allí sus paradas y sus carpas ofreciendo muy variados productos para la atención de los visitantes al lugar.

El viento y el frío fueron los protagonistas auténticos de la jornada de ayer, como no cabría esperar de otra forma en esta época del año y en un lugar como Lluc. Probablemente por su presencia muchos visitantes potenciales se desanimaron y no acudieron ayer en masa al santuario.

Luis Hierro, artesano elaborador de turrón, manifestó que "Lluc siempre es un lugar que da buenas ventas pero este año se ha notado que no coincidía con el puente de la Constitución y también el frío". Según el artesano hubo gente "aunque no se puede decir que mucha más que otro domingo de otoño".

Cabe destacar que a las 16,30, con la caída del sol, muchos de los artesanos ya recogieron sus puestos pues los visitantes ya escaseaban.

Dos días

La feria se dividió en dos días, el sábado y el domingo. La organización, pretende dar así la oportunidad de tener más venta a los artesanos, no obstante muchos de ellos coincidieron en que la jornada previa, la del sábado, fue bastante floja. El año anterior se había celebrado durante cuatro días, aprovechando el puente de la constitución, pero como cuanta Teresa Gómez, costurera, "fueron demasiados días seguidos".

Sí cabe destacar que, al revés de otros años, en esta ocasión se vieron muchos puestos de venta con artículos específicamente navideños.