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Entrevista

Josep Morell González: "Las monjas de la Caridad hicieron una tarea social sacrificada"

"El Frente Popular instó a las monjas de La Caridad de Sóller a abandonar la enseñanza"

Josep Morell González, con su último libro.

Josep Morell González presenta su última obra, bajo el título Segle i mig de Caritat. Història de les germanes de la Caritat a Sóller i Fornalutx.

-¿Cómo surgió la idea de escribir este libro sobre el paso de las monjas de la Caridad en el valle?

-Surgió de una doble iniciativa: por un lado, desde el colegio se me pedía que escribiera una reseña sobre la trayectoria de la escuela para su web; y por otro, durante la fiesta de los 150 años de permanencia de las monjas de la Caridad en el valle del año 2012, la superiora general de la orden, Sor Bárbara Pascual, me encargó la elaboración de este libro.

-¿Cuál era la función primordial de las monjas de la Caridad?

-Llevaron a cabo una función social clarísima: atención a los enfermos y de la residencia de los mayores, así como una tarea educativa impresionante. Una función que hoy en día llevan a cabo los Servicios Sociales del ayuntamiento y Acción social. Fue una tarea muy sacrificada que fue reconocida por el pueblo en muchísimas ocasiones.

-¿Cómo fueron los inicios de las monjas de la Caridad?

-Los principios fueron muy activos. En 1862 sólo llegaron seis monjas y su situación era precaria. Poco a poco, su situación fue mejorando y en 1864 ya pudieron comprar Can Pati (el colegio actual). Con el paso de los años se fueron extendiendo por todo el valle, llegando a tener conventos en Sóller, Fornalutx, Port, Biniaraix, Casa cuna niño Jesús, l'Horta, el Hospital y la convivencia de Sant Vicenç de Paül. En cada comunidad solían tener entre siete y ocho monjas.

-¿Cuándo empezó la tarea educativa?

-Fue en 1865 cuando iniciaron la catequesis para niños. Después en 1869 iniciaron la guardería. Hay dos aspectos educativos que quisiera resaltar del colegio de La Caridad: en primer lugar, que en 1979 hubo un primer intento de impartir dos materias en catalán y, lo más relevante, que el curso de 1986 el colegio fue pionero en la educación integral de la enseñanza en catalán.

-¿Cómo ha evolucionado la comunidad de La Caridad con los años?

-Ha tenido altibajos como es lógico en un siglo y medio. Empezaron con seis monjas y hubo épocas que en el valle había cerca de un centenar de religiosas. Actualmente la convivencia acoge a cinco monjas que se dedican a llevar la comunión a los enfermos y la limpieza de ornamentos religiosos.

-¿A qué se debe esta disminución de hermanas de La Caridad?

-Es un hecho usual en todas las congregaciones y que creo que se debe a varios factores. Por un lado, una falta de vocaciones; por otro, a la creciente secularización de la sociedad. Creo que la sociedad actual cubre las necesidades que antes realizan las monjas.

-Habrá anécdotas a montones en el libro. ¿Nos puede contar alguna?

-Durante el gobierno del Frente Popular se instó a las monjas de La Caridad a abandonar la enseñanza ya que debían ser sustituidas por una maestra laica. En esta misma época, en Fornalutx, se ordenó lo mismo y los padres dejaron de enviar los niños a la escuela. Durante este periodo, la escuela de Sóller pasa de ser la 'Escuela de padres de familia'.

-Usted acaba de presentar una ponencia sobre el cementerio en las últimas Jornadas de Estudios Locales de Sóller. ¿Sobre qué versó?

-Sobre el ensanche y sobre las esculturas e intervenciones artísticas en este espacio con un inciso especial a la tarea llevada a cabo por el escultor Cristóbal Quintana Colón.

-¿Existe conciencia de la valía de las piezas que hay en el cementerio?

-Pienso que no. Aunque hay de todo, pienso que en su mayoría, no. El cementerio de Son Sang debería ser un orgullo para los sollerics porque tiene obras y piezas de relieve.

-¿Cree que estas piezas están suficientemente protegidas?

-No, y me consta que se está procediendo a hacer una catalogación. Esta catalogación tendrá como principal consecuencia que no se podrán hacer según qué intervenciones en los conjuntos escultóricos catalogados.

-¿Qué particularidades presenta el cementerio de Son Sang?

-Representa el dinero conseguido por la emigración de Sóller y la sensibilidad cultural que muchos de estos sollerics alcanzaron, y así lo demuestran los conjuntos escultóricos que se pueden observar.

-Como especialista en el patrimonio religioso solleric, ¿tienen que venir los extranjeros para que lo valoremos?

-Los sollerics antiguos eran más conscientes de la valía de nuestro legado y estaban más sensibilizados que no nosotros. En Sóller, tenemos cultura y patrimonio para vender y debemos saber explotarlo y valorar.

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