La muestra ganadera se congregó en la plaza des Bestiar, comúnmente conocida como Plaça dels Porcs, y es que como recuerda el cronista oficial de Inca, Gabriel Pieras, "en la ciudad nunca hubo un mercado de ganado en general, en Inca se vendían cerdos y por eso el nombre de la emblemática plaza".

El concurso de cerdo negro mallorquín es un clásico del Dijous Bo pues ya alcanza la edición vigesimocuarta. Ayer participaron en él un total de siete explotaciones ganaderas que cumplen con el programa de cría y conservación de la raza: Es Morers, de Sineu; Son Creixent, también de Sineu; Tagamanet, de Montuïri; es Bosch Vell, de Petra; So na Jaume, de Palma; Son Serra de Marina, de Santa Margalida; y es Puig Verd, de Felanitx.

Un total de 29 corrales tomaron parte en el certamen aunque se presentó, fuera de concurso, un corral de exhibición que contenía una cerda con sus lechones, algo que fue muy celebrado por el público, especialmente los niños.

Junto a la exposición y concurso porcino, los visitantes pudieron contemplar una buena muestra de razas autóctonas. Hubo especial cantidad de equínos, sobre todo mulos.

Además de ello, la plaza de es Bestiar acogió puestos de venta de mascotas como canarios, periquitos y otras pequeñas aves de compañía y también de corral.