El cementerio de Porreres se llenó ayer de familiares de las víctimas enterradas en la fosa en la jornada más multitudinaria desde que el equipo liderado por el doctor Etxeberria empezó las tareas de exhumación. Muchos de ellos aprovecharon para colaborar en las pruebas de ADN necesarias para identificar a los cadáveres hallados.

Como viene haciendo en los últimos días, Etxeberria explicó los trabajos realizados hasta ahora. Dio detalles también de los objetos encontrados en la fosa, desde una cuchara a un tintero, pasando por unas monedas.

Durante la jornada, se vivieron momentos de gran emoción, sobre todo entre los familiares. Precisamente, para gestionar esta situación emocional, se ha desplazado hasta Mallorca la psicóloga Anna Miñarro, que es especialista en traumas familiares de la Guerra Civil y de la represión franquista.

En declaraciones a este medio, Miñarro consideró que estas exhumaciones son "completamente indispensables e imprescindibles".

Atención psicológica

"Con esta situación, se les devuelve la dignidad y sobre todo desde la salud mental lo que retorna es la dignidad. Nos encontrábamos con una dignidad perdida durante tanto tiempo que ha generado tantos problemas psicosomáticos y psicológicos que han impregnado de tristeza toda la comunidad y, por eso, la recuperación es importantísima", manifestó la psicóloga.

Ante la pregunta de si los familiares han sido igual de víctimas que los asesinados, Miñarro respondió: "Es muy difícil afirmarlo, que te fusilen no tiene calificativos, es un crimen contra la humanidad que no prescribe, pero evidentemente los descendientes lo han vivido muy intensamente ya que estamos hablando de 80 años de impunidad. Hasta podríamos decir que con la firma de la Transición se consiguió que no se hiciera nada sobre el tema".

Mientras, respecto a la evolución de los trabajos, Etxeberria explicó a los presentes que en la nueva zona de búsqueda se han encontrado sepulturas tradicionales católicas y que es muy extraño que a tan pocos centímetros de las anteriores fosas en estos momentos no se hayan encontrado más restos.

Los próximos trabajos consistirán en excavar a mayor profundidad por si los cuerpos estuvieran en esa zona.

Durante la vista de los familiares, algunos que aún no se habían realizado las pruebas de ADN se las hicieron en el laboratorio que ha montado el Instituto Aranzadi en las dependencias del mismo cementerio de Porreres.