Siguen los días de incertidumbre política en Pollença a un solo día de que expire el ultimátum lanzado por UMP a su socio de gobierno Junts Avançam para lograr la estabilidad política. La formación de El Pi de Pollença anunció ayer que se reunirá en asamblea mañana miércoles para "tomar decisiones sobre la gobernabilidad del municipio".

Los regionalistas aseguran que tienen "diversas ofertas sobre la mesa" para valorar, por lo que podrían optar por dar estabilidad (aunque no mayoría) al actual equipo de gobierno de Junts Avançam y UMP o bien apostar por un cambio radical y pactar con los partidos del centro-derecha para desbancar al alcalde Miquel Àngel March (Junts) y mandar a la izquierda a la oposición.

"Desde El Pi Pollença queremos analizar y pensar bien los próximos pasos a seguir desde nuestra formación", señaló ayer la presidenta y portavoz del comité local Margalida Cànaves. Añadió que el partido tiene diversas ofertas y que "estamos abiertos a hablar con todos por el bien de Pollença". Una de estas ofertas es la que realizó públicamente el alcalde March para invitar al único edil de El Pi en la corporación, Martí Roca, a sumarse al equipo de gobierno, una propuesta que la formación regionalista rehazó en un primer momento con el argumento de que no había participado en las negociaciones de formación del pacto.

La otra oferta que El Pi debe valorar es la que, en principio, habría lanzado el líder de Tots per Pollença, el exalcalde Tomeu Cifre, para avanzar hacia una posible moción de censura contra March que sume a Tots, El Pi, el PP y UMP, partido que ha desatado la crisis al forzar a sus socios a ampliar el pacto con otras fuerzas.

Por último, El Pi aseguró que tomará la decisión "con 'seny' y responsabilidad y pensando siempre en lo mejor para Pollença". En pocos días se resolverá la incógnita.