Joan Sastre (El Pi) es, desde ayer a mediodía, alcalde de Selva merced a una moción de censura interpuesta contra el popular Joan Rotger. Los firmantes de dicha moción de censura son El Pi, Arrelam y Esquerres pel Poble.

La sesión plenaria extraordinaria se llevó a cabo en la sala de actos de la casa de Cultura, aglutinando a un centenar de asistentes. Entre ellos se encontraban muchos representantes del PP de Palma y de otros municipios cercanos. También se concentraron algunos simpatizantes de las fuerzas que presentaban la moción. La concentración de partidarios de uno y otro bando provocó continuas interrupciones al estallar en aplausos o protestas según las intervenciones.

El padre de Joan Rotger no pudo reprimir su descontento en algunas ocasiones manifestándolo públicamente. De igual forma, algunos otros vecinos de entre el público lanzaron alguna que otra crítica.

La secretaria de la Corporación abrió la sesión dando paso a la formación de la mesa de edad compuesta por la edil más mayor, Esperanza Montiel; y por el concejal más joven, Miquel A. Burguera.

Legitimidad

Joan Sastre, como alcaldable, fue el primero en hablar y explicó las razones por las que se debatía una moción de censura. Gran parte de su plática se centró en explicar la legalidad del acto y el aspecto democrático que representa. Sobre la moción en particular destacó que su objetivo es el de "desbloquear el gobierno local". Enumeró algunos ejes programáticos del pacto como la supresión de barreras arquitectónicas en colegios "puesto que la prioridad total es la educación". Incidió en prosperar en la elaboración de un Plan General Urbanístico, una reforma circulatoria, mejorar el modelo energético, conseguir un aparcamiento para Biniamar o darle una utilidad a ca ses Monges de Moscari.

El que dentro de una hora sería investido alcalde prometió trabajar "exclusivamente para el municipio estando a total disposición de los vecinos sin pretender ocupar ningún otro cargo en administraciones superiores". Hizo mención y agradeció la labor de todos los alcalde anteriores.

Antoni Daniel Frontera (Arrelam) abundó en la necesidad de "llevar adelante una gestión transparente, fomentando una participación real y respetando los presupuestos como norma fundamental de gestión económica. No vamos a cambiar, a fin de año, dinero de educación a fiestas".

Joana Maria Coll (Esquerres pel Poble) aseguró estar "contenta del cambio de gobierno en este pueblo pues hay muchas ganas de que todo vaya bien. Queremos que la gente vea que hay otras formas de hacer política".