El GOB y la plataforma Salvem el Moll de Alcúdia han presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears un recurso contencioso contra el anuncio de la Autoridad Portuaria de Balears que permite un acuerdo de ampliación del plazo concesional hasta el año 2030 a Alcudiamar S.L. para considerar que "esta ampliación no se ajusta a derecho".

Ayer se concentraron en el Moll Vell una veintena de vecinos para manifestar su apoyo a la iniciativa y anunciar movilizaciones en contra del proyecto. La ampliación supone la construcción de una dársena para actividades náutico deportivas que supondría robar al mar aproximadamente 12.000 metros cuadrados de terreno.

El representante de los vecinos, Josep Alonso, manifiesta que "la playa del Port d'Alcúdia está ya suficientemente degradada. Hay estudios técnicos que indican que la configuración del puerto ya ha afectado las corrientes y los ciudadanos no queremos tener más problemas pues vivimos del turismo y no nos interesa una macrourbanización".

Consultas

Margalida Ramis, portavoz del GOB argumenta que "este proyecto ha obtenido autorización de la Autoridad Portuaria sin consultar a ninguna otra administración. No se había solicitado un estudio de impacto ambiental y al final el Govern le ha pedido uno simplificado. Nosotros consideramos que debe ser un estudio completo y riguroso ante el calado de estas obras".

Conforme a la normativa aplicable, procedería la redacción de un estudio ordinario. "Si consideramos los efectos acumulativos del proyectos de construcción de la estación marítima (más de 40.000 metros cuadrados); el proyecto de Marina Aucanada Group S.L. que prevé una dársena de 11.000 metros cuadrados; más los 12.000 metros cuadrados de ampliación de la dársena autorizada a Alcúdiamar se superarían las 5 hectáreas de superficie", sostiene la portavoz.

Los vecinos abundan en la degradación de la playa y en este sentido esgrimen un informe de IMEDEA, de junio de 2016, en el que se refleja que parte de la sedimentación de arenas finas "quedan eventualmente atrapadas en la zona norte debido a la configuración del puerto deportivo". Alonso insiste en que "la zona ya tiene problemas de eutrofización por culpa del puerto". A pesar de ello, según IMEDEA la ampliación de la dársena en 12.000 metros cuadrados, no afecta la dinámica de transporte de sedimentos de arena. "Sí que podría afectar a la "calidad de la agua si supone vertidos adicionales, que siempre son absolutamente inevitables en un puerto", manifiesta.

Alcudiamar, por su parte, ayer manifestó que no se pronunciará sin conocer el contenido del recurso aunque sí precisó que "como es lógico, y de suponer, se han seguido todos los pasos legales precisos, con el máximo rigor y el apoyo del consistorio".