El ayuntamiento de Bunyola y Tirme han llegado a un acuerdo mediante el cual el Consistorio abonará, en un plazo de dos años, la deuda acumulada con la empresa gestora de residuos entre los años 2012 y 2015, que asciende a 774.594,67 euros.

El acuerdo firmado por el alcalde, Andreu Bujosa, y el director general de Tirme, Rafael Guinea, establece cuatro pagos semestrales hasta septiembre de 2018: antes de 31 de marzo de 2017 el Ayuntamiento tendrá que pagar 212.793,26; antes del 30 de septiembre de 2017, 197.790,08 euros; antes del 13 de marzo de 2018, 184.048,32 euros, y antes del 31 de septiembre de 2018, hará el último pago de 179.963,01 euros.

Gracias a este acuerdo, Tirme pondrá fin al proceso judicial abierto contra el consistorio por el impago de esta deuda, que según el equipo de gobierno (EOB-PSOE) "hubiera representado para el Consistorio, además de los pagos concertados, una acumulación elevada de costas y de intereses".

El acuerdo solo afecta a la deuda con Tirme entre los años 2012 y 2015. A finales del año pasado, el Ayuntamiento ya regularizó los pagos de los servicios prestados actualmente por la empresa.

El equipo de gobierno remarca que en los últimos meses se ha podido reducir la media mensual de deuda con Tirme de 21.450 euros a 12.839, hecho que atribuye a las medidas adoptadas en el último año para mejorar la recogida selectiva, la eliminación de los numerosos puntos de aportación de residuos en el núcleo urbano y la reforma de los puntos verdes.

Retiran el punto de aportación

Esta semana, el consistorio de Bunyola ha eliminado el último punto de aportación de residuos en el núcleo urbano, situado cerca de la estación del tren, de acuerdo con la política de mejora de la recogida puerta a puerta y de los puntos verdes.

El pasado mes de septiembre, el índice de reciclaje en el municipio 'bunyolí' volvió a subir y se situó en el 58,5% de los residuos generados.