La mayor riqueza del antiguo monasterio concepcionista reside en sus propios muros y la historia que siguen escondiendo desde que el Rei en Jaume II ordenó su construcción a principios del siglo XIV. Joan Vanrell, responsable del patrimonio parroquial de Sineu, explica que el convento es "pobre" en obras de arte y que lo más valioso son los "utensilios domésticos de la vida diaria". Se da la circunstancia que los elementos artísticos más valiosos sufrieron importantes daños en 2015 por el incendio que afectó a la capilla, que arrasó dos piezas religiosas del siglo XVI que todavía deben ser reformadas.