El pasado mes de enero, el pleno de Calvià ya se posicionó contra los parques de juegos acuáticos en las playas, al aprobarse por unanimidad una moción del Grupo de Esquerra Oberta en este sentido. La iniciativa pedía que el Consistorio no volviese a sacar a concurso la instalación de estos elementos recreativos en aquellos arenales donde se hubiese detectado un incumplimiento de los requisitos. En aquel entonces, el portavoz de Esquerra Oberta, Rafel Sedano, argumentó durante el debate que era una actividad lúdica que "ha chocado directamente con lo que contenta al turista y con lo que opina una amplia mayoría de los vecinos del municipio".

En enero, el Ayuntamiento ya había iniciado el expediente para rescindir el contrato en siete arenales al detectarse varios incumplimientos en el expediente contractual, que ahora se ha confirmado tras el periodo de alegaciones y el informe emitido por el Consell Consultiu.

Desde el momento en que se instalaron estas plataformas lúdicas, en verano de 2014, se produjeron quejas de bañistas, sobre todo en la pequeña playa del Oratorio de Portals Nous.

En este caso, las críticas se centraban en el hecho de que el parque flotante suponía un gran impacto visual en este arenal de apenas un kilómetro de largo. Algunos vecinos de Palmanova se quejaron también en su momento de la excesiva cercanía de la plataforma de juegos respecto a la orilla.