El pacto Més-PSOE que gobierna el ayuntamiento de Sóller ha renunciado a culminar la remodelación del monumento a los Caídos y descarta suprimir, al menos por ahora, la cruz que culmina el conjunto escultórico del arquitecto Gabriel Alomar.
La reforma se inició en enero pasado en el monumento situado en la plaza de España al que se le borraron las inscripciones y el escudo que simbolizaba el régimen franquista. La obra suscitó polémica en la sociedad de Sóller con voces favorables y contrarias con la que la actuación quedó sin terminar. Ahora, el alcalde Jaume Servera ha afirmado:"Por ahora no tocaremos la cruz". Consideró que "no es un tema que sea prioritario" para el gobierno municipal.
Cambio del entorno
Servera señaló que es más partidario de hacer "una gran remodelación en toda la plaza porque creemos que hay que cambiar todo su entorno", pero descartó llevarla a cabo por ahora por las limitaciones presupuestarias. No descarta, sin embargo, que sea en esta legislatura. La remodelación del monumento se llevó a cabo tras un acuerdo del pleno municipal para adaptarlo a la Ley de Memoria Histórica. El equipo de gobierno acordó suprimir las inscripciones, el escudo y, la actuación que más polémica suscitó, retirar la cruz que culmina el monumento. Tan pronto la propuesta superó el trámite del pleno, operarios municipales llevaron a cabo los primeros trabajos y postergó el derribo de la cruz. Ahora, el pacto de izquierdas descarta hacerlo, según manifestó su alcalde Jaume Servera.
