Independientemente del auto que recientemente ha dictaminado que no debe demolerse el edificio que ocupa el solar del antiguo cine Fantasio y que invade el espacio público en 11,7 metros cuadrados, los jueces han estimado oportuno abrir una pieza separada para dilucidar si las modificaciones interiores que se efectuaron en el proyecto se ajustan a la legalidad.

Aina Munar, alcaldesa de Alaró explica que "lo que han iniciado no tiene nada que ver con la sentencia de derribo, son dos temas diferentes. Hace unos quince días que llegó un auto en el que se desestima la obligatoriedad de derribar el edificio". Fuentes municipales indicaron que la orden de derribo no guardaba proporcionalidad con la infracción cometida.

Munar explica que "lo que se debe suscribir ahora son unos avales en favor de los vecinos que compraron viviendas que garanticen que no serán perjudicados. Mientras tanto los jueces deberán dilucidar si las reformas interiores que se efectuaron en el edificio, respecto del proyecto original se ajustaron o no".

Cabe recordar que todo este proceso se inició con la denuncia de un particular en la que argumentaba que el Ayuntamiento había cedido terreno de la calle, sin que el planeamiento lo permitiera, para alinear la construcción del edificio.