­La vendimia de las bodegas vinculadas a la Denominación de Origen de Binissalem finalizó el pasado 7 de octubre con una producción ligeramente superior, un tres por ciento, a la registrada en 2015. En total, se han cosechado 2,04 kilos de uvas, a pesar de que la campaña "ha sido marcada por la sequía". La DO informó ayer de que el comportamiento de las viñas ha sido "extraordinario", especialmente en las variedades autóctonas negras como el Manto Negro y el Callet, cuya maduración ha sido "homogénea y completa" y el estado sanitario se ha valorado como "muy bueno".

Asimismo, se ha observado un incremento en la producción de las variedades autóctonas, mientras que la producción de la variedad blanca Moll se ha reducido casi en un dos por ciento. En total, un 75% de la producción corresponde a variedades negras.