El pasado lunes visitó la Bahía de Alcúdia por primera vez el Albatros, buque de cruceros operado por la naviera Phoenix Reisen, que está orientada preferentemente al mercado alemán. Como era la primera vez que llegaba se celebró un acto a bordo al que asistieron representantes de la Autoritat Portuària y del consistorio de Alcúdia, en el transcurso del cual Juan Gili, responsable del Puerto de Alcúdia, hizo entrega de una metopa conmemorativa al capitán del buque, Robert Fronenbroek.

El Albatros es un veterano buque construido en Finlandia que entró en servicio en 1973 como el Royal Viking Sea, y que tiene la peculiaridad de que fue alargado en casi 28 metros en 1983. Fue uno de los mejores buques de crucero de su época con una robusta construcción, demostrada durante estos 43 años de navegación que lleva en sus cuadernas. Sus dimensiones son 205,4 metros de eslora, 25,2 metros de manga, con 28.518 toneladas de registro, una velocidad de 18 nudos y una capacidad para 830 pasajeros y unos 340 tripulantes. Desde 2004 es operado por la empresa Phoenix Reisen.

El barco está actualmente realizando un crucero de 18 días de duración que se inició el 27 de septiembre en el puerto alemán de Bremerhaven y que finalizará el viernes en el puerto italiano de Génova, habiendo visitado algunos puertos no habituales para los cruceros como son Vilagarcía de Arousa, Torrevieja o el propio Port de Alcúdia.

En esta ocasión, el buque Albatros quedó fondeado en la bahía de Alcúdia y no llegó a entrar en el Port, realizándose el traslado del pasaje a tierra mediante la utilización de embarcaciones auxiliares.