Hasta dos toneladas de llampuga se han consumido este fin de semana en la XV edición de la Mostra de Cala Rajada. Los miles de visitantes que llenaron ayer el recinto portuario gabellí, tuvieron la oportunidad de degustar el apreciado pescado cocinado de hasta veinte maneras diferentes, desde por el arròs sec y fideus secs, preparado en los dos paradas de la cofradía de pescadores, pasando por los típicos de llampuga en escabetxo o llampuga amb prebes, o los mas innovadores como la crujiente llampuga sobre un queso de cabrales, un tumbet gelat de llampuga melassa, en ravioli con salsa de gambas, o huevos fritos con llampuga y paté de pollo.

En esta ocasión la Mostra fue inaugurada por la presidenta del Govern, Francina Armengol, junto con una comitiva de políticos locales encabezada por el alcalde de Capdepera Rafel Fernández, junto al patrón mayor de la cofradía de pescadores de Cala Rajada, Pedro Mercant y el director general de pesca del Govern, Joan Mercant.

Esta ha sido la primera edición en que no ha habido la previa visita institucional, sino que las puertas se abrieron al unísono para visitantes y políticos, evitando el criticado hecho de que los políticos pudieran visitar la mostra y degustar sus platos antes de abrir las puertas al público, hecho conocido por los vecinos, como 'el corralito'.

Pese al mal tiempo

Con la celebración de la Mostra culminó el fin de semana del peix fresc que comenzó el viernes con el concurso de tapas, el sábado los pescadores cocinaron dos paellas para unos mil comensales en el recinto portuario; para culminar ayer domingo, cuando ni las amenazas meteorológicas deslucieron para nada el éxito conseguido en anteriores ediciones.

Este fin de semana permite que la ocupación turística de Cala Rajada aumente a las puertas del fin de temporada, lo que beneficia el alargue de la temporada, lo que viene a confirmar la consolidación de la muestra. En esta ocasión la pesca abundante de la llampuga, ha permitido que las dos toneladas de pescado consumido en la Mostra, hayan sido capturadas únicamente por las barcas de la cofradía gabellina, que durante una semana han proveído a los establecimientos que han colaborado.