En el transcurso del curso escolar 2015/2016, el equipo educativo de la escoleta municipal Flor de Murta puso en marcha un nuevo proyecto de innovación pedagógica basado en la educación emocional de los niños. Esta iniciativa ha supuesto cambios metodológicos y organizativos para mejorar la tarea de enseñanza-aprendizaje. Pero para poder llevar a cabo este nuevo proyecto se han tenido que ejecutar una serie de mejoras en la infraestructura.
Una de ellas ha supuesto la inversión de 25.000 euros municipales. El proyecto ha consistido básicamente en el cambio del suelo de los espacios de baldosas y la colocación de parquet y vinilo "para que sean más acogedores para los niños". Estas mejoras fueron elegidas por los vecinos del municipio, incluidas y votadas en el proceso de los presupuestos participativos del 2016.
El objetivo de este cambio en el suelo es que los niños y las educadoras puedan ir sin zapatos por varios motivos: de higiene, ya que los zapatos son focos de infección; para poder circular libremente por todos los espacios y ambientes; para evitar que se hagan daño con los zapatos o para favorecer su autonomía y poder tener vivencias sensoriales.
Xisca Oliver, coordinadora de la escoleta, explica que ahora "metodológicamente es una escuela abierta, que ofrece unos espacios ricos donde los niños hagan y las educadoras acompañen. respetando el ritmo evolutivo de cada niño y favoreciendo su autonomía".
Básicamente consiste en "utilizar el juego como metodología y considerando los ambientes como un recurso educativo más".
