La urbanización de Gotmar, ubicada en la entrada del Port de Pollença, será objeto de la tercera fase de reforma después de que el Ayuntamiento haya adjudicado las obras a la empresa ACSA-Sorigué, ganadora del concurso público, por un importe de 843.800 euros. La institución municipal destaca que la oferta ganadora realizó una rebaja de 191.556 euros con respecto al precio de la licitación y, al mismo tiempo, propuso unas mejoras sobre el proyecto por un valor de 159.336 euros.

Al igual que en las dos primeras fases de reforma, las obras que se ejecutarán en breve consistirán en la renovación de la urbanización en lo que se refiere a servicios como teléfono, electricidad, agua y alcantarillado. También se ejecutarán nuevas aceras, se asfaltarán calles y se renovará la iluminación en las calles que todavía no han sido objeto de actuación. El proyecto se centrará en las calles Pinsà y Oronella y en las zonas verdes existentes.

Una de las actuaciones más destacadas del proyecto consistirá en la habilitación de una nueva zona verde en la parte más alta de la urbanización, una obra que incluirá la construcción de un mirador para facilitar la observación de las vistas abiertas que se aprecian desde esta zona sobre la Badia de Pollença.

Está previsto que las obras empiecen a principios del próximo mes de noviembre.

Rehabilitación integral

La tercera fase de la reforma de Gotmar que ahora han sido licitadas por el Ayuntamiento completará la rehabilitación integral de este núcleo urbano. En total, la institución municipal habrá invertido en esta urbanización del Moll 2,5 millones de euros. En este sentido, el actual equipo de gobierno de Pollença, integrado por Junts Avançam y Unió Mollera Pollencina, destacó ayer que, entre las obras de Gotmar y las ejecutadas en la primera línea del Moll, se habrán presupuestado 2,9 millones de euros para invertir en el Port 'pollencí' durante el ejercicio 2016-2017.

Hace ahora dos años, en octubre de 2014, el anterior equipo de gobierno del PP presentaba la segunda fase de reforma de Gotmar, que costó 1,2 millones de euros. La urbanización de Gotmar, en la que residen aproximadamente un millar de personas, es una zona urbana que data de los años 60 y que no empezó a desarrollarse hasta hace unos quince años. Las infraestructuras se encontraban en un claro proceso de degradación antes de la actuación municipal.

Precisamente la parte más degradada de Gotmar es la que será objeto de reforma en la tercera fase. Se trata de la parte más alta de la urbanización, donde el Ayuntamiento no se ha encargado de mantener las infraestructuras durante todo este tiempo.