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Sanidad

Por una UCI más cercana

El servicio de medicina intensiva del Hospital de Manacor sigue trabajando para cambiar con información la percepción y los posibles miedos de muchas familias

El jefe de servicio, Francisco Vecilla, junto a Elena Barceló y Sandra Babot. s. sansó

La percepción generalizada y vista desde fuera suele ser sesgada, y más si se trata de una unidad especial para tratar a los enfermos más graves de un hospital durante las 24 horas del día. Hace años que la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del Hospital de Manacor trabaja para fomentar y asentar el lado más humano de una área de medicina intensiva cada vez menos cerrada. "Queremos romper con ese modelo de UCI, porque de hecho acudimos también donde se nos necesita del hospital", explica el jefe del servicio, Francisco Vecilla.

Su conocimiento formativo hace que la imagen de subgrupo "muchas veces casi odiado en el caso de algunos grandes hospitales", se transforme aquí en ayuda a otros profesiones para, por ejemplo, reanimar a un enfermo, colocar un marcapasos o atender un politraumatismo, "o para detectar patologías de una forma precoz", mediante lo que se denomina el código sepsis, un sistema de control informatizado del paciente, que detecta e informa (teniendo en cuenta datos clínicos y parámetros biológicos) si corre el riesgo de complicarse. Lo que en diversos hospitales como en Zaragoza o Son Llàtzer haya supuesto una reducción de la mortalidad en un 25% en diez años.

La enfermería de la UCI de Manacor por ejemplo, acude a cualquier lugar del centro donde se registre una parada cardíaca (exceptuando Urgencias), algo que no se ve en otros hospitales.

Tras casi dos décadas de funcionamiento, la UCI de Manacor, sobre el papel, sigue siendo provisional. De hecho, aunque ahora parezca increíble, el hospital abrió en 1997 sin cuidados intensivos y la zona sigue estando grafiada como de despachos. Tras una corrección por necesidad todavía en los 90, y una reforma de un mes reforma de un mesdurante el pasado verano, la UCI cuenta con seis camas (que a medio plazo pasarán a ser el doble cuando se materialice el nuevo edificio previsto en el Plan Director), y un ratio personal de una enfermera cada dos pacientes.

Seguridad y humanidad

"Procuramos, además, que no haya mucha rotación de personal y que los substitutos, en la medida de lo posible, sean siempre los mismos", señala Elena Barceló, supervisora del área de críticos. Debe ser un servicio que guste, añade, tras describir las dos máximas que hacen de la UCI lo que es: un servicio cada vez más tecnificado, mejorando la seguridad clínica (los enfermos están monitorizados durante todo el día con aparatos cada vez más precisos) y más humano, con un especial hincapié en el denominado Projecte HU-CI, para flexibilizar, por ejemplo, el horario de las visitas familiares "para evitar que el paciente se sienta solo y la frialdad que pueda suscitar el espacio". "El trato llega a ser muy personal, tanto de la familia con los profesionales, como con los pacientes", reafirma la supervisora Sandra Babot".

"Al final te acabas implicando con las familias, porque la información es siempre muy directa; aquí no hay que esperar que el médico pase, porque ya estamos permanentemente aquí", recalca Vecilla. Sobre las 13 horas, una vez se han cubierto las necesidades básicas del enfermo, se deja entrar a la familia, "en principio a dos miembros, pero que puede ser toda en casos especiales", dice Barceló. Las explicaciones suelen darse con el paciente presente si éste está despierto "y siendo muy claros aunque haya situaciones especialmente duras dado el nivel de gravedad".

"Muchas veces entre los familiares existe miedo a entrar en una UCI, con lo que muchas veces debemos prepararles psicológicamente para explicarles qué es lo que van a ver". De hecho los niños menores de 14 años no pueden pasar sin una información previa. Aunque se intenta que todo sea lo más natural posible.

En la UCI los turnos son de 153 horas mensuales, entre un equipo formado por seis médicos y un jefe de servicio (cada días hay tres de guardia por la mañana y uno a partir de las tres de la tarde) y dieciséis enfermeras fijas: tres enfermeras y dos auxiliares en turnos de 24 horas, que tienden a reforzarse en caso de que un paciente sufra un fracaso multiorgánico que necesite de múltiples aparatos de control.

Más de 300 pacientes al año

La UCI del Hospital de Manacor actualmente atiende a más de 300 pacientes anuales, con una estancia media de entre cuatro y cinco días "si bien hay casos de 90 días o más". Pese a que esos enfermos no son el total, ya que en las estadísticas no figuran las interconsultas en otros departamentos, más de cien más al año.

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