El Consell de Mallorca presentó ayer los detalles del nuevo proyecto de desdoblamiento de la carretera Llucmajor-Campos (Ma-19), que reduce la ocupación de terrenos en unos 190.000 metros cuadrados con respecto al diseño anterior elaborado por el PP en septiembre de 2013, que también contemplaba el asfaltado de 63.471 metros cuadrados más que la nueva propuesta realizada por los técnicos de la institución. El presupuesto es prácticamente idéntico al del proyecto del PP, unos 42 millones de euros.

El president del Consell, Miquel Ensenyat, y la consellera insular de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido, destacaron que la seguridad, el impacto visual y el consumo de territorio son los factores que se han tenido en cuenta a la hora de rediseñar totalmente el proyecto de desdoblamiento de la carretera, por la que se calcula que diariamente pasan 25.000 vehículos.

El proyecto contempla diferencias sustanciales con su antecesor. Una de las más importantes consiste en la eliminación de los dos pasos elevados con sus respectivas macrorotondas proyectados por el anterior gobierno insular en las zonas de Son Sala y Son Gabriela. Por contra, el nuevo proyecto incluye cuatro pasos inferiores. El primero de ellos, ubicado en el punto kilométrico 27,6, solo tendrá salida en sentido Llucmajor. El enlace más importante será el del punto kilométrico 30,9, que incluirá una entrada y una salida para cada sentido de circulación. Los enlaces se completarán con otros dos pasos inferiores para peatones y ciclistas.

El desdoblamiento se iniciará al final de la variante de Llucmajor y llegará hasta la entrada de Campos, con una longitud total de 8,8 kilómetros a los que hay que añadir 1,2 kilómetros más de la travesía semiurbana que se habilitará en la entrada de Campos. Esta es otra de las principales diferencias con respecto al anterior diseño viario.

La amplitud de la vía también se verá reducida de forma significativa, principalmente en la mediana de la carretera desdoblada, que pasará de los diez metros previstos en el primer proyecto a los tres metros contemplados en la nueva propuesta, que prevé dos carriles por cada sentido con una amplitud de 3,5 metros cada uno. A cada lado de la calzada se habilitará un camino de servicio a través del que se podrá conectar con las entradas a los caminos y fincas, "precisamente uno de los aspectos que hacen que la actual vía sea peligrosa", subraya la institución insular. Estos caminos tendrán 5,5 metros de ancho en lugar de los 7 y los 10 metros que se preveían en el proyecto descartado.

Otro de los elementos diferenciales incluidos en la nueva propuesta es la creación de un centro de interpretación patrimonial que se ubicará junto a uno de los enlaces principales. A este punto se trasladará, piedra por piedra, la barraca de Son Isern. El espacio se complementará con un 'safareig' que se restaurará y la posible visita a una cueva que podría ser prehistórica y que ejerció de refugio durante la Guerra Civil.

Otros aspectos destacados por Ensenyat y Garrido son la conexión que permitirá el paso inferior de Son Sala con el vial peatonal que rodea la isla de Mallorca y también con el trazado de la vieja línea ferroviaria hasta Santanyí. La llamada 'bassa de Son Sala' no se verá afectada por el nuevo proyecto tal y como ocurría en el diseño descartado.

El nuevo proyecto está pendiente de un informe de la comisión balear de Medio Ambiente. Una vez emitido el dictamen, la institución insular podrá aprobar el proyecto y licitarlo, trámite que, según Garrido, se llevará a cabo antes de final de año. El plazo de ejecución es de 24 meses.