La 'possessió' de Bàlitx d'Enmig, que junto a la de Dalt y la de Baix (hoy convertida en agroturismo) formaban uno de los predios más importantes de Mallorca desde los tiempos del Repartiment, fue adquirida hace unos años por la familia Fierro-March, propietaria de otras grandes fincas en Mallorca, algunas de ellas (como Ternelles, en Pollença) también con problemas históricos de derecho de paso.

Hace unos cinco años, la finca de Bàlitx d'Enmig fue objeto de una reforma que también fue muy criticada por los defensores de los caminos públicos ya que incluía una actuación consistente en desviar parte del trazado original. La propia asociación ecologista Gadma ya denunció en su día que las obras "alteraban la tierra, el suelo y la cubierta vegetal en una de las zonas de bosque de encinas mejor conservadas de Mallorca".

Los ecologistas temen que el convenio entre Sóller y Bàlitx usurpe para siempre un tramo de camino público para beneficiar a los propietarios. "Cabe recordar que Ternelles también se inició con un convenio así", señalan.