El pleno de Consell ha aprobado la cancelación de todos los préstamos suscritos con entidades bancarias. La liquidación del ejercicio de 2015 reflejó un remanente de Tesorería de 1.201.600 euros y, según la ley, la diferencia entre el saldo positivo y el superávit presupuestario -226.032 euros- no puede ser destinado a inversiones o gastos corrientes.

Esta circunstancia provocó que el 31 de agosto el consistorio tuviera un fondo liquido de 852.823 euros, dado que la deuda bancaria a la misma fecha era de 465.228 euros, y las amortizaciones previstas hasta el fin del ejercicio eran de 33.711 euros, se acordó cancelar la deuda bancaria.

Las partidas correspondientes a esta deuda son: 54.443 euros por la construcción del polideportivo; 151.536 euros por la construcción de la Escoleta Municipal; 17.042 euros por el Centro Sanitario; y 242.206,12 euros por la refinanciación de los pagos a proveedores.

Todos los grupos municipales, tanto los del equipo de gobierno como de la oposición, dieron su conformidad a esta cancelación, pero al mismo tiempo lamentaron que este remanente de Tesorería, con los bajos intereses que se están pagando actualmente, tuviera que destinarse a la cancelación de la deuda y no a otras necesidades o inversiones que se pudieran acometer.

En el mismo pleno se dio cuenta de dimisión de la concejal Sara Martín Comas, de Més. El alcalde agradeció públicamente el trabajo y la dedicación de la exconcejal, y lamentó que no pudiera decírselo directamente al otro componente de Més, ausente.