El sector pesquero de arrastre de Cala Rajada y Port d'Alcúdia, se encuentra indignado y desprotegido, después que el pasado viernes se publicara en el BOE una orden del ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente por la que se crea una zona protegida de pesca en el canal de Menorca.
Según explica el patrón mayor de la Cofradía de pescadores de Cala Rajada, Pedro Mercant, se trata de una reducción del 70% del área de pesca de las cuatro barcas de arrastre que hay actualmente en la cofradia gabellina. Los pescadores afectados, recriminan a la ministra en funciones, Isabel García Tejerina, que "tire por la calle de en medio y publique una orden, que lo único que hace es recoger íntegramente la propuesta de la asociación ecologista Oceana, sin haber atendido ninguna de sus alegaciones y sin que los afectados recibamos algún tipo de compensación".
Antoni Llitrà, armador del Nou Capdepera, con base en el Port d'Alcúdia, agrega que "si el dinero que se han gastado en todos los estudios nos los hubieran repartido, nosotros desballestamos los barcos, nos jubilamos y no pasa nada. Aquí se gastan millones en estudios para proteger fondos, pero el sustento de las familias de los pescadores no parece importar lo más mínimo".
Trabajo en balde
Mercant también reconoció que actualmente, los afectados por la zona de protección, pescadores de arrastre de Pollença (cuyo única barca de bou ha cambiado ya de puerto), Alcúdia, Ciutadella y Cala Rajada, estaban trabajando con la dirección general de Pesca del Govern Balear para crear un plan de gestión del canal de Menorca, creando una mesa donde estuvieran presentes además, otros sectores como ecologistas biólogos, etc. y con el consenso de todos, buscar medidas de protección a adoptar en la zona, como podrían ser prohibiciones de pesca temporal, entre otras y que ahora se ven trucadas con esta decisión del Ejecutivo central.
"Las cosas se tienen que hacer con conocimiento, hagamos que todo sea compaginable, ecologismo y pesca", esgrimía Mercant. La orden estatal, tiene por objeto establecer una zona protegida de pesca en el a?rea del canal de Menorca para preservar habitats de especial interes coralino y mantos de rodolitos, existentes en determinadas zonas del fondo marino del Canal de Menorca.
Desde la cofradia gabellina, se asegura que son ellos los primeros interesados en preservar el rodolito, dicen que las barcas han invertido mucho dinero en adaptar los modernos sistemas de arrastre y que estos ya permiten que no entren en sus redes, como también se ha reducido considerablemente los materiales rocosos del fondo marino que recogían en las redes de esta arte pesquera. Al tiempo que aseguran que, según información de que dispone el propio Ministerio y proveniente de las cajas azules de las embarcaciones de arrastre, justamente confluyen zonas de intensa pesca de arrastre, con grandes poblaciones de rodolitos, "esto nos hace pensar que no debe de afectar tanto el arrastre a la población del rodolito" manifestaba el patrón mayor.
Los afectados dejan claro que son lo primeros interesados en proteger la zona, recuerdan que han sido los primeros en solicitar una reserva marina (de Llevant). Para ellos el arrastre es un estilo de vida con que han sobrevivido muchas familias desde que a mediados del siglo pasado se establecieran las barques de bou en el puerto de Cala Rajada.
