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Entrevista

Sandra A. Rebassa: "Dedicaremos 2017 a realzar el papel femenino en la historia del calzado"

"Falta un programa de visitas, un proyecto educativo. Tenemos colegios que llaman"

Sandra A. Rebassa, sentada en una de las salas del museo. P. C.

Sandra Rebassa y sus dos compañeras han trabajado en proyectos de investigación histórica y decidieron crear una empresa para asumir la gestión del Museo del Calzado de Inca cuando salió a concurso. Desde ayer mismo han comenzado con un arduo trabajo y con una gran ilusión para potenciar la institución. Nos recibe en la sala de exposición permanente, sentada en una mesa de trabajo y nos detalla sus proyectos.

-¿Cuándo toma contacto con el Museo?

-En el año 2014, mi compañera Esperanza y yo realizamos un trabajo de investigación para las jornadas de estudios locales del Ayuntamiento de Inca. Habíamos terminado un máster en museología y queríamos analizar la situación de los museos de Mallorca, el de Inca nos pareció un buen ejemplo y empezamos a tomar contacto con él.

-¿Y qué conclusión sacaron?

-Muchas. Evidentemente que no explotaba todo su potencial. No había demasiada interpretación de todo cuanto se expone. Aún hoy no la hay. Hay una exposición interesante; hay un buen fondo de material, pero el visitante no sabe exactamente qué ve, ni en qué orden.

-¿Cuáles son sus prioridades de forma inmediata?

-Desde fuera atisbaba unas prioridades. Ahora, desde dentro, tenemos otras. Yo pienso que lo primero es adecuar el programa para las visitas. Tenemos llamadas de colegios para venir y realmente no hay un programa que ofrecerles. Hasta ahora han venido, dan una vuelta y se marchan sin saber exactamente qué han visto. Debe haber un programa y alguien que lo explique. Necesitamos un proyecto educativo que hemos de comenzar a preparar desde ya mismo. La intención es que esté listo en cuestión de semanas para empezar con las visitas, pero debemos trabajar intensamente también a nivel archivístico y en la documentación del fondo del museo.

-¿Continuará el taller de confección de calzado?

-Físicamente se encuentra en el museo pero no depende tanto de él. Es un proyecto del departamento de formación del Ayuntamiento de Inca junto con el SOIB. Evidentemente es un complemento importante porque implica la parte viva de la industria

-¿Cómo ve actualmente la industria del calzado?

-No está como estaba hace un tiempo. Era el motor de producción de Inca y de casi toda su comarca pero la sociedad se ha terciarizado en general.

-¿Tiene sentido entonces un museo del calzado?

-Más que nunca. El zapato es la identidad de la ciudad. Inca no se puede entender en la historia sin hablar del calzado. Aunque es cierto que mucha gente no quiere casi hablar de ello.

-¿Frustración?

-Quizá, o quizá pena. Es un tema doloroso para mucha gente que salió del sector. Pensemos que con la crisis fuerte del calzado, cuando se cerraron muchas fábricas, fueron familias enteras las que se quedaron sin trabajo. Aún existe esa visión desastrosa y no la perspectiva histórica que sí se da en otras materias.

-¿Proyecto para el próximo año?

-Tenemos un proyecto que se denomina Dona i indústria. Queremos poner en valor el papel de la mujer en la historia del calzado de Inca. En muchos casos estaba limitada a ciertas tareas y trabajando desde su casa, pero nos hemos encontrado con mujeres empresarias como Francisca Aina Fluxà, que dirigió una factoría entre 1918 y 1928.

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