Catorce usuarios del centro de estancias diurnas de Son Servera, algunos de ellos con movilidad muy reducida, visitaron ayer junto a cinco cuidadores la playa de Cala Bona. Según la concejala de Turismo, Marga Vives, "los mayores han recuperado sensaciones que hacía tiempo que no sentían". Tras el baño, todos juntos merendaron a la sombra.