Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Bartomeu Bestard: "En el puerto deportivo trabajan todo el año unas 200 empresas"

"Pretendemos impulsar un centro de formación para especialistas en mantenimiento"

Bartomeu Bestard ante la sede de las oficinas de Alcudiamar en el puerto. Pep Córcoles

Bestard es un enamorado de su trabajo, vive la náutica con pasión y desde su torre del puerto divisa por amplios ventanales el mar que tanto ama y los barcos que van y vienen. Nos recibe en su despacho y sonriente nos detalla su trabajo y sus proyectos.

-¿Qué es Alcudiamar?

-Alcudiamar es un espacio urbano para el disfrute de residentes, visitantes y turistas. Es un puerto deportivo y una zona de ocio. Es un lugar para disfrutar de todo cuanto relaciona al mar con la gente. Disponemos de 755 amarres para embarcaciones que pueden ir desde los seis metros a los treinta metros de eslora.

-Treinta metros son ya palabras mayores...

-Pues de cada vez tenemos más demanda de amarres para embarcaciones mayores. El mundo de la náutica avanza hacia ello.

-¿Y por qué quieren venir al puerto de Alcúdia?

-Mallorca es un destino muy atractivo y la gente busca poder situar su embarcación. El puerto deportivo de Alcúdia es uno de los mejor preparados para acoger a esos visitantes y por ello lo demandan.

-¿Quiere decir eso que estamos perdiendo nuestra identidad de siempre?

-Ni hablar. El núcleo de Alcudiamar, la mayor parte de su espacio, es para la náutica social. Hablamos de amarres para embarcaciones de entre 6 y 8 metros de eslora. La inmensa mayoría de los usuarios del puerto es gente mallorquina, pero lo que quería decir es que aquí cabe desde el llautet de mestre Pere o Joan, o el que sea, que quiere salir a dar una vuelta y pescar quatre raons, al propietario extranjero que quiere venir con su embarcación a disfrutar de la isla o a establecer el amarre base de su segunda residencia.

-¿Qué porcentaje de nacionales y turistas amarra en Alcudiamar?

-Pues mire, la mitad de los usuarios son españoles; un veinticinco por ciento aproximadamente son extranjeros que tienen una segunda residencia en Mallorca y tienen su barco aquí, y el resto son turistas que llegan con su barco.

-Evidentemente ese turismo que arrastran ustedes no debe ser precisamente de alpargata...

-El turista que llega aquí con su embarcación o el que tiene una segunda residencia es, por lo general, un perfil de alto poder adquisitivo. Es un turista que le gusta el mar, que le gusta navegar, pero que a la hora de salir deja dinero en Mallorca.

-¿Alcudiamar es por tanto un activo del llamado turismo de calidad?

-Es más que eso. Alcudiamar da trabajo a un gran número de personas durante todo el año. Hay una parte del puerto deportivo que es una gran desconocida. Tenemos una explanada de mantenimiento, posterior a las edificaciones que se ven desde la zona de paseo, donde trabajan unas 200 empresas; algunas, unas cincuenta aproximadamente, con sede física sobre el puerto y otras autorizadas. El puerto fomenta una industria náutica que trabaja todo el año y además, puntera y respetuosa con el medio ambiente pues aquí se recoge y recicla todo. Hablamos desde el aceite de motor, a moqueta, madera, metales o electrónica.

“Atraemos un turismo de alto poder adquisitivo que muchas veces adquiere una segunda residencia”

-Precisamente parece que un puerto, con su concentración de barcos ha de ser algo sucio...

-Nada más lejos de la realidad, al menos por lo que atañe al nuestro. Hay una malentendida corriente ecologista que igual piensa que los puertos son un foco de contaminación. Pues Alcudiamar lo que precisamente propugna es ser una solución a la contaminación que se produciría si no existiera. Quiero decir que no se prohibiría la circulación de barcos y si éstos no tienen puertos donde amarrar, aprovisionarse, hacer limpieza y mantenimiento; fondearían libremente aquí y allá y sería un caos y un descontrol.

-¿Qué controles establecen ustedes en el puerto deportivo?

-Por ejemplo se vigila mucho el agua. Un puerto deportivo lo que pretende es reducir el impacto ambiental. La idea es concentrar las embarcaciones en un punto donde de forma controlada puedan amarrar y reciclar todos sus residuos. Todo lo que se recoge aquí se entrega a gestores autorizados. La idea es minimizar los impactos y general una actividad económica positiva para la comunidad.

-¿Y hay una industria náutica competente en Mallorca?

-Mallorca ha tenido históricamente una gran y competente industria náutica. Nuestra tradición marinera es algo innegable que ha perdurado siglos y que poco a poco ha ido en declive. Han desaparecido pequeños astilleros que fabricaban llaüts, por ejemplo, y curiosamente ahora en Italia nos están haciendo la competencia con embarcaciones muy parecidas. En Alcúdiamar hemos tomado una decisión para apoyar el sector. Pretendemos crear una escuela; un centro de formación náutica y perfeccionamiento de especialistas.

-¿Y que profesionales formará esa escuela?

-En la náutica hay muchas ramas y especialidades. Fíjese, como ejemplo, que nosotros hemos tenido que buscar carpinteros de ribera (mestres d'aixa) en Asturias por no encontrarlos aquí. Vemos como muchos especialistas en mecánica, comunicaciones, electrónica, etc, son extranjeros. Nosotros lo que pretendemos es crear un centro que forma a jóvenes de aquí en esas profesiones que tienen demanda y que en estos momentos se nutren de mano de obra extranjera.

-¿Le interesa al Estado la náutica?

-Yo pienso que sí, pero la realidad es que otros países nos toman la delantera protegiendo más al sector.

-¿A qué se refiere?

-A la fiscalidad. Existe una creencia extendida que el mundo de la náutica es un mundo de élite y se aplica una fiscalidad mayor que en otros países. España es el único país del entorno que aplica el impuesto de matriculación. Esto hace que partamos en desventaja con el resto de Europa. Es un poco lo que decía antes y lo que provoca que hayan desparecido pequeñas empresas y esa actividad se traslade a Italia, por ejemplo.

Compartir el artículo

stats