Los efectos de la variante de Porto Cristo, inaugurada hace cuatro años justo antes del inicio de la temporada turística, ya se están empezando a notar en el flujo rodado. Y es que desde junio de 2012 hasta ahora, y según datos del ayuntamiento de Manacor, el tráfico de vehículos pesados que entran por el carrer Port y cruzan el centro de Porto Cristo se ha reducido a la mitad. Es decir, que ni autocares ni camiones se aventuran a pasar por entre las calles del pueblo, en primer lugar porque la mayoría de los primeros (sobre todo si son turísticos) van o a las Cuevas dels Hams o a las del Drach, mucho más accesibles desde las carreteras de Portocolom o de Manacor a través de la variante.

El segundo motivo sería complementario y es la desaparición, hace tres años, del puente elevado sobre el Riuet por imperativo legal, y que permitía un paso mucho más cómodo que el actual para los vehículos de más tonelaje. Todos esos camiones ya no llegan hasta la calle Bordils ni la plaza de s'Aljub, principal zona comercial y residencial de Porto Cristo. Sí que en cambio siguen llegando autobuses turísticos con destino a los pocos hoteles o a las tiendas, o aquellos que siguen una línea regular.

El concejal responsable de Porto Cristo dentro de la corporación municipal, Joan Gomila (AIPC-SYS), concretó los efectos de la variante durante el último pleno local, lo que ha hecho bajar la cifra de vehículos que diariamente entran de media desde la carretera de Manacor, que se sitúa en 18.000.

Por otra parte se sabe que desde la carretera de Cala Millor hasta la rotonda de entrada que confluye en la avenida des Pins, cada día entran en Porto Cristo 13.000 vehículos y que finalmente por la carretera de Portocolom-Cala Anguila, llegan 11.000 más, cifra esta que va en aumento cada año, precisamente por la inauguración de la variante. Todas estos datos son una media que disminuye en invierno y aumenta durante la temporada alta de verano.

Sin acuerdo para la primera línea

Siguiendo con la problemática de la movilidad dentro de Porto Cristo, hace unos días que la coalición opositora Més-Esquerra propuso al equipo de gobierno (El Pi, PP, AIPC-SyS), suspender los proyectos de reforma de dos calles de la segunda línea del núcleo y destinar sus presupuestos (de 300.000 euros en total), a trazar un plan de futuro para la rehabilitación y replanteamiento de la primera línea, desde la plaza de s'Aljub hasta la Costa den Blau, con el fin de hacerla más atractiva a vecinos y turistas.

El portavoz de AIPC-SyS, Joan Gomila, afirmó estar completamente de acuerdo en poner en marcha un estudio en que distintos profesionales puedan ofrecer alternativas, "como por ejemplo eliminar los 12 o 13 aparcamientos" situados junto al paseo de la Sirena o colocar un carril bici, y siempre que haya presupuesto para ello.

Sin embargo no hubo acuerdo para aprobar la moción de Més-Esquerra, ya que AIPC-SyS dijo que no renunciará a dos proyectos (calle Mar y calle Sureda) "porque hace años que esperan y porque ya estaban incluidos dentro del Plan de Excelencia", recordó Joan Gomila.