Lógicamente, al frente del santuario de Lluc, los Missioners dels Sagrats Cors no siempre han disfrutado de momentos esplendorosos. En algunas ocasiones han tenido que solventar dificultades que han ido apareciendo. Asimismo, algunas de las decisiones tomadas desde el centro espiritual de Mallorca han ocasionado críticas al no ser aceptadas por igual por la sociedad. Así, no todos los que han recibido su formación a lo largo de los años en Lluc valoran su gestión de la misma forma.

Pero son más quienes recuerdan los valores que desde Lluc y a través de la Congregación se han fomentado para defender la lengua, la cultura y el medio ambiente de Mallorca que los que muestran sus reticencias. j. pons escorca