Doce agentes de la Policía Local de Manacor, asistidos por una patrulla de la Policía Nacional, actuaron ayer por la mañana en el polémico camino de acceso y la playa de Cala Varques, "con el objetivo de hacer cumplir la normativa municipal en el arenal y toda su área de influencia", según explicó el alcalde y concejal de Medio Ambiente, Pedro Rosselló. La operación se puso en marcha después de que el propio Rosselló solicitara el jueves a los efectivos policiales de la Unitat Territorial de Costa (UTC) que hicieran "las actuaciones pertinentes para exigir el cumplimiento de la normativa aplicable", dentro de la competencias asumibles por el cuerpo de seguridad local, es decir: la prohibición de aparcar en ambos lados del camino de acceso y la venta ambulante sin autorización.

"Esta actuación da continuidad a las que ya se han hecho durante este verano y pretende mejorar la seguridad para las personas que visitan Cala Varques. También ayudar a garantizar el cumplimiento de la legalidad y hacer que los vehículos de emergencia puedan llegar al final del camino transitable sin obstáculos", aclaró el alcalde, que durante estos meses ha sufrido las críticas tanto de la oposición consistorial, como de los vecinos de la zona, hartos del colapso y de que los vehículos de los turistas aparquen frente a la salida de sus fincas e incluso dentro de propiedades privadas.

La operación se inició a las diez y media de ayer cuando el dispositivo policial, formado por doce agentes y cinco vehículos motorizados, llegaron al camino que da acceso a Cala Varques desde la carretera que une Porto Cristo y Portocolom. Los agentes fueron multando a todos los coches que estaban mal estacionados a ambos lados, si bien no fueron muchos debido a que no era hora punta y a que muchos conductores, alertados por la situación, fueron moviendo sus coches ante la amenaza de ser sancionados.

Una vez en la playa los policías identificaron al responsable del puesto de venta ilegal. Además de intervenir hasta 180 latas de cerveza que varias personas bajaban hasta la arena con el objetivo de ponerlas a la venta en este chiringuito ilegal.

La ordenanza municipal establece que "queda prohibida la venta ambulante en todo el municipio de Manacor fuera de un establecimiento comercial permanente y ejercida en espacios públicos de cualquier tipo", y prevé sanciones para los infractores que pueden llegar hasta los 800 euros.

Competencias

Sin embargo el consistorio manacorí remarca que según la ley, las administraciones competentes para acabar con las acampadas ilegales y la ocupación de cuevas son la conselleria de Medio Ambiente, Demarcación de Costas y el Seprona.

Asimismo también es el Govern ala dministración con competencias para regular el fondeo de embarcaciones en el fondo marino protegido de Cala Varques. Precisamente a mediados de agosto agentes de la conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca y el Seprona intervinieron un chiringuito e identificaron a 55 personas por acampar en zona prohibida. Una actuación también coordinada la Policía Nacional y Local de Manacor.