Las fiestas de Sant Joan degollat vivieron ayer uno de sus días más sonados. Era el momento de la Condemna cuando los Dimonis que representan los siete pecados capitales son transportados al son de las 'xeremies' desde la calle Princesa. "El darrer que sortirà/i ja està a punt de venir/malgrat no som endeví/se a qui li tocarà/si de set n'han de sortir/sa gàbia ja plena està/només en queda tancar/la 'peresa' ja es aquí", rezaba el último de los pecados en salir. Después, y antes de la Sortida Rabiosa, se celebraron precisamente las primeras Olimpiades Rabioses, consistentes en siete pruebas de habilidad y otra eliminatoria de grupos, todas ellas en distintos lugares de Sant Joan. Destacaron por su originalidad y buen humor.