A raíz de las reiteradas denuncias que lleva presentando el regidor Rafel Gelabert, 'Blai', pleno tras pleno respecto a las molestias de exceso de ruido producido por un bar del barrio de Son Font, donde incluso el Defensor del Pueblo critica la inactividad del Consistorio considerando que "a pesar de los distintos incumplimientos, no parece que el Ayuntamiento haya iniciado expediente sancionador alguno contra el titular de la actividad", ayer Miquel Àngel Tortell de Més per Muro quiso ser más contundente y denunció ante el pleno que alcalde Martí Fornés puede incurrir en presunta prevaricación.

Hace años que algunos vecinos de la calle Joan Palou se quejan de las molestias ocasionadas por dicho establecimiento, principalmente por exceso de ruidos. Quejas, denuncias, manifestaciones y ocupación de la sala de plenos han sido algunas de las medidas llevadas a cabo por los vecinos para que el equipo de gobierno escuchara sus súplicas, pero ninguna de ellas ha servido para solucionar el problema. Por ello, uno de los vecinos decidió presentar las denuncias al Defensor del Pueblo, que considera que "aunque la documentación aportada se deduce que ha habido actividad municipal, con numerosas intervenciones de la policía local, e intentos de llevar a cabo mediciones sonométricas, no han sido suficientes para acabar con el problema" y por ello recomendó el pasado mes de julio, "continuar con las actuaciones e iniciar un proceso sancionador y en caso contrario, las razones por las cuales no lo ha hecho", además de solicitar una copia de la licencia de actividad y apertura del local en cuestión.

En este último punto, es donde Més per Muro, ve la clave para presentar una denuncia al alcalde, ya que ha salido a la luz que dicho establecimiento "carece de licencia de bar musical y por tanto tiene permiso sólo hasta medianoche".

El alcalde tan solo alegó que "la policía local no puede actuar más de lo que ha hecho" y afirmó que el establecimiento podía abrir hasta las 4 de la madrugada.