Llega ya el final del mes de agosto y empieza a verse también un fin de ciclo en cuanto a la fruta y verdura. Van acabando algunos y llegan otros más otoñales. Ayer se pusieron a la venta en el tradicional mercado del Dijous de Inca los primeros higos chumbos de la temporada (figues de moro, en catalán), como los que expuso Antònia Vallespir, de la finca de Son Massip de Mancor. Se vendían a cuatro euros la docena. La curiosidad de su nombre en catalán, figa de moro, puede inducir a un error en cuanto a su origen, pues no es africana sino originaria de México. Tiene un alto contenido en agua, fibra y azúcares, destacando por tener compuestos con elevada actividad antioxidante (vitamina C, flavonoides y betalaínas).
Andrés Carrillo, uno de los últimos zapateros artesanales
Andrés Carrillo es un de los últimos zapateros artesanales que quedan trabajando. Elabora sus zapatos de principio a fin y ofrece su trabajo en la zona artesanal del mercado del Dijous de Inca. En verano fabrica y vende, especialmente, albarcas. Su precio es lo más atractivo: 18 euros, aunque el artesano reconoce que para fijarlo evita contar las horas de trabajo. "Tengo mucho fabricado y lo que me interesa es sacarlo al mercado porque el stock no da de comer", decía ayer. Sus mejores clientes son los turistas nacionales.
Chufas secas para elaborar refrescante horchata
Entre los puestos del mercado del Dijous de Inca se encuentra el de Margalida Más y su esposo Xavi, de Maria de la Salut. Venden frutos secos en la calle Major. Ayer pusieron a la venta un capacho de chufas secas que se vendían a 10 euros el kilo. Margalida explica que para hacer la horchata "se precisan 300 gramos de chufas que se pondrán en remojo todo un día, cambiándoles el agua tres veces. Después se introducen en la licuadora con 2,5 litros de agua, se trituran, se cuelan con un trapo, de agrega azúcar al gusto, se enfría y listo".
