La playa de Cala Blanca, en Calvià, ha sido reabierta este jueves al público tras sufrir un derrame de aguas fecales.

Según informa el 112 en su cuenta de Twitter, la playa ha quedado abierta a los bañistas, una vez que se ha determinado que el agua es apta para el baño.

El Servicio de Emergencias de las Islas Baleares anunció este martes que la citada playa permanecería por un derrame de aguas sucias, incidente que ha quedado subsanado.