Hace ya años que la sombrillada de s'Illot no es una cena cualquiera. Es toda una movilización de gente que se reúne un día de cada agosto en la playa de Cala Moreia y disfruta de la compañía de amigos y vecinos bajo el cielo estrellado. Por eso mesas, sillas y comidas en paradas nocturnas volvieron a llenar de juerga casera todo el arenal silloter.

Este fin se semana ha sido uno de los más ajetreados de las fiestas. El encuentro de pescadores, la fiesta de los colores holi cerca de la playa, el baile en línea, la merienda popular, los juegos infantiles de agua o la fiesta de la espuma se fueron jalonando durante los dos días.

"Con todas las cosas que han hecho hoy los jóvenes se merecen una buena cena, o no?" reclamaba una abuela rodeada de nietos mientras cenaban bajo una sombrilla. Y es que durante el ágape cientos de silloters, equipados con sombrillas, mesas, toallas y todo tipo de utensilios de playa de todo tipo y condición, se reunieron para participar en la cena más divertida. Y aunque la asistencia fue masiva, muchos de los que participaron de la sombrillada comentaron la sensación de frío. Un hecho que generó controversia porque mientras unos se tapaban con toallas y chaquetas, otros agradecían la sensación.

Si bien muchas familias abandonaron la playa tras la cena y la charla, los más jóvenes quisieron aprovechar la noche y las sombrillas para quedar un rato más con el grupo de amigos sobre la arena hasta la madrugada.