El alcalde de Sóller, Jaume Servera, ha manifestado su voluntad de rescatar el plan plurianual de rebaja del IBI que puso en marcha el PP durante la pasada legislatura. El pacto de izquierdas que gobierna el municipio descartó seguir aplicándolo cuando asumió el gobierno local. El plan de reducción progresiva del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) fue aprobado en 2015 mediante el cual se reducía el coeficiente de cálculo del tributo en 0,02 puntos anuales. Mediante esta fórmula se rebajó el coeficiente al 0,81%, pese a las críticas de la oposición de entonces que llegó a calificar el plan como "un insulto a la inteligencia de los ciudadanos". Los partidos que ahora están en el gobierno municipal exigían una reducción más drástica del tributo. A pesar de las críticas que generó en su momento y de no haber aplicado el plan plurianual en su primer año de gobierno, el alcalde Jaume Servera (Més) lo ha dado por bueno ahora y prevé aplicarlo a partir del próximo ejercicio. Lo supedita, no obstante, a una evolución positiva de las cuentas "ya que lo podremos llevar a cabo siempre y cuando cumplamos con los parámetros de superávit" de la contabilidad municipal.

Servera ha añadido que no descarta que la reducción pueda ser superior "si las cosas van bien". Con este cambio de postura de 180 grados el alcalde da validez política al plan de reducción progresiva del IBI que se puso en marcha la pasada legislatura con el gobierno de Carlos Simarro cuando, en su momento, el partido de Servera fue uno de los más críticos con esta raquítica reducción que la calificó de "insulto a la ciudadanía". El plan gradual que ahora el pacto intenta recuperar contempla aplicar una reducción de 0,02 puntos anuales hasta el año 2022. Si se mantiene el calendario del PP, en seis años el coeficiente se situará en el 0,71% del valor catastral.