La nueva subestación de la Marina de Llucmajor, identificada como SE Cala Blava pero en realidad en el camino de s'Àguila, cerca del restaurante Cas Busso y de los talaiots de Capocorb, está ya en una muy avanzada fase de construcción y adaptación. En el pleno del Ayuntamiento celebrado ayer, a preguntas de la oposición, el alcalde, Jaume Tomàs (Més), informó de que en un reciente encuentro el Gobierno central comunicó al nuevo conseller de Territorio, Energía y Movilidad del Govern balear, Marc Pons, que las polémicas 110 torres a instalar desde las inmediaciones de la ciudad de Llucmajor hasta la Marina y la costa (llegando a s'Arenal), "forman parte del plan estratégico nacional". Lamentó que Madrid "quiere llevar a cabo su iniciativa hasta el final, y esto no es una buena noticia".

En concreto, el regidor de Sí Se Puede Llucmajor, Juan Ramón Martín Cañas, preguntó al equipo de gobierno Més-El Pi-PSOE si seguía rechazando o no el controvertido megaparque solar previsto también en la Marina y las mencionadas 110 torres a instalar por Red Eléctrica de España. Recordó a su vez el reciente encuentro con la empresa promotora del megaparque y el presidente del Consell, Miquel Ensenyat.

Preocupación por el entorno

El alcalde Jaume Tomàs contestó que el pacto continúa oponiéndose tanto al megaparque solar como a las 110 torres. "Nos preocupa el entorno en su conjunto, por el impacto que puedan causar los diferentes proyectos acumulados: el megaparque de 50 hectáreas promovido por Llucmajor Photovoltaic -la asociación Defensa del Cap Blanc-Punta Regana está movilizada en contra-, otro parque solar de más de 20 hectáreas en sa Caseta -finca muy próxima- y la subestación y 110 torres de hasta 40 metros de altura -la plataforma Alta Tensió Llucmajor insiste en advertir de las graves consecuencias que acarreará-". Reprochó que REE "parece tener cera del corpus..." y que "se pintaron líneas rectas de tendido aéreo y no se apostó como debería por el soterramiento".

El hecho de que las discutidas 110 torres se vean 'amparadas' por la Planificación Eléctrica estatal 2015-2020 y el Pla Director Sectorial Energètic de las Illes Balears, obstaculiza un hipotético frenazo. Tras el pleno, el alcalde Tomàs, consultado por este diario, admitió que todavía aspira a que una alternativa a Rajoy en Madrid "pudiese evitar tantos daños".