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Entrevista

Joan Frontera Alemany: "Para un coleccionista la paciencia y las ganas de hacer cosas son imprescindibles"

"En las fotografías que colecciono se ven reflejadas la evolución del Valle y de su gente"

Joan Frontera, en su domicilio de Sóller donde guarda la colección. joan mora

-¿Desde cuándo se dedica a coleccionar fotografías?

-Verdaderamente, la fotografía fue mi primera afición; una afección en la que me inicié a través de un curso por correspondencia y de la ayuda de Juan Deyà, hasta tal punto que acabé montando en casa un pequeño estudio de revelado. Esta afición me llevó a ver desde otra óptica las fotos antiguas que había por nuestra casa y así me inicié a coleccionar fotos antiguas de Sóller.

-¿Cuántas tiene y de qué tipo son?

-Nunca me he preocupado de contarlas porque lo hago a título personal. Son fotos en las que se ve reflejada la evolución del valle de Sóller y de su gente.

-¿Cómo las tiene clasificadas?

-En álbumes y por secciones: tengo una treintena de álbumes de fotos antiguas de Sóller; otra serie de álbumes de fotos familiares; una serie de álbumes sobre el Tren de Sóller y otra sobre Wilma -la productora de películas de Sóller que funcionó en los años 60 y 70-.

-¿Qué destacaría de su colección?

-Hay muestras patentes de la evolución del valle. A menudo por azar he fotografiado fragmentos de trozos de la historia de la ciudad. Por poner solo un ejemplo recuerdo que fotografiando Can Gordo hice fotos en Can Willi y pocos días después esta última casa se derrumbó. El padre Bonafè -eminente botánico- nos hacía hacer un herbario en los Sagrados Corazones y un día nos hizo fijar en una hierba que crecía en la fachada de la iglesia y de la que nadie supo el nombre. Este hecho me puso de manifiesto que a menudo estamos rodeados de cosas y hechos que nos pasan de largo y que la fotografía puede servir para fijarlos.

-¿Se considera fotógrafo o coleccionista?

-Las dos cosas: una me llevó a la otra.

-¿Colecciona otras cosas además de fotografías?

-Sí, tengo una colección de pesetas que inicié cuando supe que desaparecerían. También hago un seguimiento de las lluvias de nuestra casa desde los años noventa. Además, me gusta mucho poder completar las fotografías con pequeños escritos o reseñas. Todo lo hago en catalán y tengo que decir que tuve la suerte de contar con Francesc de Borja Moll como profesor.

-¿Cuál es el mayor inconveniente al que debe hacer frente un coleccionista?

-No me lo planteo mucho porque lo hago por placer. Lo hago para mí y no me angustia nada: lo que tengo, lo tengo y lo que no, no. Pero creo que es muy importante el orden y el tiempo que puedas dedicarle.

-Usted es un apasionado de la historia local; ¿de dónde le viene esta pasión?

-Lo soy desde joven, pero el mundo de las fotografías locales no ha hecho más que incrementar esta pasión. Me gusta hojear los anuarios antiguos y el archivo para encontrar información con la que completar las fotos de las que dispongo.

-¿Cómo ve el hecho de poder contar con un buen archivo local?

-Lo veo importantísimo ya que hay mucha gente que va a consultar en él datos de todo tipo. Además, Antoni Quetglas, el archivista municipal, es un diez y siempre está dispuesto a ayudar muchísimo. Sin embargo, encuentro que es vital que el archivo se digitalice ya que así se protegería el material antiguo que hay en papel aunque por ello se debería incrementar la dotación del archivo tanto en personal como en material.

-¿Qué suele consultar con más frecuencia?

-Diarios locales del siglo XIX y principios del siglo XX. En este sentido quiero hacer hincapié en la necesidad de la digitalización porque hay volúmenes que se aguantan con pinzas y se deben proteger. Actualmente me dedico a retratar diarios donde hay noticias que me interesan sobre historia local y sobre el tren. Precisamente del tren dispongo de más 4.000 fichas que me ayudan a completar las fotos.

-¿Qué es imprescindible para ser un buen coleccionista?

-Paciencia y ganas de hacer cosas, el resto viene solo. Tengo ciertos conocimientos de informática que me facilitan el trabajo sobre todo a la hora de clasificar y ordenar el material. Soy bastante autodidacta a pesar de haber hecho algunos cursillos y contar con alguna ayuda extra familiar. Además creo que la constancia y la falta de pereza también son muy importantes para un coleccionista ya que llevar al día una colección requiere de varias tareas: clasificar, revisar datos..., que impiden el aburrimiento aunque llevan trabajo, mucho trabajo.

-¿Es caro mantener una colección como la suya?

-No, ahora con los nuevos avances tecnológicos y las cámaras digitales no lo es. Antes te tenías que pensar mucho más antes de pulsar el botón para tomar una foto. La ciencia ha evolucionado y nos ha facilitado el trabajo.

-¿Ha pensado alguna vez en exponer su colección de fotos?

-No, ni me ha pasado por la cabeza. Se trata de una afición personal. Soy una persona muy discreta a la que no le gusta figurar, no tengo ningún ansia de notoriedad.

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